El estado de salud de la enfermera británica Paulinea Cafferkey, infectada por el virus del ébola, mejoró y ya superó la situación «crítica» en la que se encontraba, señaló este lunes en un comunicado el hospital londinense Royal Free, donde está ingresada.
Cafferkey, de 39 años, empleada del Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés), fue diagnosticada de ébola en diciembre tras regresar de Sierra Leona, donde trabajaba con la organización humanitaria «Save the Children».
El centro médico londinense afirmó que Cafferkey muestra avances, después de que el pasado 4 de enero su situación entró en estado crítico.
«El hospital Royal Free anuncia con mucha satisfacción que Pauline Cafferkey presenta signos de mejora y ha abandonado el estado crítico que presentaba», indica el texto difundido.
La nota puntualiza que la enferma «todavía permanece aislada mientras recibe tratamiento especial contra el virus del ébola».
La sanitaria, nacida en la ciudad escocesa de Glasgow, sigue un tratamiento experimental antivírico elaborado con plasma sanguíneo de otro enfermero británico, Will Pooley, que superó la enfermedad el pasado año.
En virtud de los protocolos en vigor en el Reino Unido, cualquier persona a la que se diagnostica ébola debe ser trasladada lo antes posible a la unidad de aislamiento preparada especialmente en el hospital Royal Free de la capital británica.