La prevención es el principal lema de la medicina moderna y existe un consenso de que tomar acciones simples para evitar complicaciones es algo que debe hacerse a todas las edades. Antes de realizar cualquier actividad física se deben realizar ciertas pruebas para detectar riesgos cardiovasculares. El Dr. Oscar Mendiz, jefe de Cardiología Intervensionista de la Fundación Favaloro explicó a DocSalud.com cuáles son las precauciones que deben tomar los jóvenes y qué otros recaudos se deben tener en cuenta con el paso de los años.
“Es indispensable que cualquier persona que esté a punto de realizar un deporte se realice un examen físico y a su vez conteste un interrogatorio clínico para descartar una enfermedad congénita o antecedentes familiares”, indicó el especialista para luego agregar que es esencial que el electrocardiograma, un examen “simple y económico”, se realice de forma masiva.
Sin embargo, los deportes más extremos como el rugby, los ejercicios aeróbicos de alto impacto, el levantamiento de pesas y actividades de resistencia, como por ejemplo, correr maratones requieren también de una ergometría. “Esta prueba consta en realizar un electrocardiograma y medir la presión arterial de una persona en bicicleta fija o una cinta deslizante; durante el examen cambiamos velocidades, las pendientes en la cinta o subimos el peso de la rueda de la bicicleta; de esa manera evaluamos cuál es el esfuerzo máximo que el paciente es capaz de hacer sin comprometer a su corazón y de ese modo, revelar si el ejercicio elegido es recomendable o no”, detalló Mendiz.
En ocasiones las ergometrías van acompañadas con una inyección de palio, un compuesto radiactivo. Pero el suministro de esta medicina no es de rutina en un paciente sano, sino que se utiliza cuando hay sospecha de enfermedad cardíaca.
Otro examen que resulta necesario cuando se deduce la presencia de una afección cardiovascular o hipertensión es la ecografía cardíaca. Mediante las imágenes pueden visualizarse las válvulas y medir la velocidad del flujo sanguíneo. “Esta es la principal prueba para descartar una hipertrofia (engrosamiento de la pared del corazón) que es la causa más frecuente de hipertensión” y puede devenir en muerte súbita, relató el experto.
A su vez, “los pacientes con colesterol alto deberían realizarse una ecografía vascular”, prueba que sirve para visualizar cómo se van engrosando las paredes de las arterias carótidas, explicó el médico.
A pesar de que en palabras de Mendiz, un apto físico debería asentar los antecedentes familiares y personales, los resultados exámenes físicos, análisis de hipertensión arterial y una ergometría una vez cada dos años, “es difícil dar una receta de cómo debería ser un chequeo, ya que las pruebas varían según la edad”. El cardiólogo explicó que a partir de la quinta o sexta década, se debe agregar a las pruebas de rutina una ecografía de abdomen, para detectar si se agrandó la aorta abdominal, “ya que si se rompe, se puede producir un aneurisma que deviene en la muerte del paciente”.
Sin embargo, Mendiz llamó a la población a “no vivir alarmada”, pero sí a “realizar acciones tempranas para evitar complicaciones mayores”. En medicina, las prácticas orientadas a la prevención ahorran gastos médicos mientras que para la salud del paciente, estas simples intervenciones son capaces de evitar procesos más complejos como angioplastías y a prevenir la muerte súbita.