El plan nacional de lucha contra el dengue, coordinado por el Ministerio de Salud con todos los sectores involucrados, bajó de 26 mil contagios y cinco muertos en 2009 a menos de 700 casos este año, según afirmó el subsecretario de Prevención y Control de Riesgos de esa cartera, Gabriel Yedlin.
El verano finaliza y con él la temporada de contagio de dengue, y las cifras actualizadas por Salud indicaban que había aún 62 personas infectadas y el acumulado desde el 1 de enero era de 672 en nueve distritos, en contraste con el alto número del año pasado, que involucró a 14 provincias, con cinco muertes.
«Hemos tenido un plan con el que hemos trabajado en todo el país la problemática del dengue, de manera permanente, sostenida, durante el invierno, disminuyendo la cantidad de larvas y de mosquitos, lo que tiene que ver con emprolijar nuestros patios, destapar nuestras canaletas, tapar nuestros tanques de agua», contó el funcionario.
Yedlin manifestó que el plan rector tuvo mucho que ver en el éxito de la campaña, pero destacó que como parte de esa estrategia fue importante la participación de la ciudadanía.
«El dengue es una enfermedad que requiere un Estado presente, activo, garante, pero necesita un ciudadano involucrado, comprometido, y por eso es tan complicado, porque no es sólo fumigar: es educar, tener cambios culturales, y eso lleva mucho tiempo, pero se viene haciendo de manera sostenida», explicó.
Sobre la elaboración del plan, dijo que desde agosto pasado «hemos trabajado mucho en consenso con las academias científicas y equipos de todo el país, porque hay provincias que hace muchos años vienen trabajando el tema del dengue, como Salta, Jujuy y todo el NEA (Noreste Argentino)».
En esas provincias limítrofes, señaló, «hace muchos años que tienen esta patología del dengue, pero lo que pasó el año anterior es que se federalizó, por lo que el tema se puso más en la agenda nacional«.
«Entonces, tomando la experiencia de estos compañeros de las provincias limítrofes, sumada a organismos internacionales que vinieron, como la OPS (Organización Panamericana de la Salud), elaboramos un plan rector que decía qué teníamos que hacer desde el Ministerio de Salud», dijo Yedlin.
La estrategia también estipulaba qué debían pedir que hicieran los gobernadores e intendentes, que son los líderes de cada jurisdicción, ante la llegada del dengue.
«Nos reunimos con Educación para ver qué hacer con los chicos, que son unos replicadores fabulosos en la casa; con la gente de Desarrollo Social y sus grupos territoriales que recorren las provincias y ciudades, capacitándolos, para que cuando vayan a las casas expliquen qué tienen que hacer», continuó el funcionario.
En el mismo sentido, apuntó, «nos hemos juntado con la Secretaría de Ambiente, con las fuerzas de Seguridad, el Ejército, las ONG y, a través de todo esto, finalmente, con la gente».
También fue importante la capacitación en las provincias, no sólo el sector salud sino a toda la sociedad, mediante campañas sobre el dengue, como «El día D», y canciones con ritmos locales, como zambas, chacareras y chamamés.
«En cada lugar se han hecho un millón de cosas, porque el país no sólo es federal en el tema provincias y municipios -aseguró- sino también culturalmente, y en cada lugar se han buscado las estrategias adecuadas».
El jefe de Prevención y Control de Riesgos sostuvo que ahora «tenemos un país más limpio y más ordenado en este tema, tenemos una población más sensible y más educada, y eso ha sido el gran cambio».
Este año también se cambió la estrategia comunicacional, mediante acuerdos con los medios, las provincias y grupos técnicos, para que haya un solo parte de prensa semanal, los viernes, con los números.
Además, agregó, «ahora tratamos de hablar de enfermos y sacar el tema del laboratorio del medio, porque el laboratorio es un elemento de vigilancia de las epidemias y no le cambia la situación de salud a nadie, tanto para dengue como para la Gripe A«.
Yedlin amplió: «En estas epidemias el laboratorio sirve para saber qué tipo de virus es, hasta dónde ha llegado, la cantidad de enfermos que hay con fiebre, cuántos son por uno u otro tipo de virus y a qué regiones ha llegado. Todo lo epidemiológico».
«Pero si en un lugar hay gente confirmada con dengue -añadió- y aparecen otros con fiebre, dolores de cabeza y manchas en la piel, no queda duda que es dengue. Es un diagnóstico clínico y por nexo epidemiológico, no necesito el laboratorio para saberlo y actuar».
Por eso, quitaron de los partes el tema del laboratorio, ya que incluía casos en estudio, sospechosos y descartados, entre otros más complejos, lo que se consideraba que confundía a la gente.
Nuestro parte dice «enfermos con dengue en la última semana, en estudio y acumulados, lo que indica cuánta gente sigue enferma y los que ya no lo están, que es lo importante», puntualizó.