Un estudio a cargo del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires sobre 16.439 pacientes diabéticos insulinodependientes reveló, a lo largo de 13 años de análisis, que los principales predictores de muerte en esta población son la hipertensión arterial, las grasas elevadas en sangre, la edad avanzada y el sexo masculino.
Los predictores de muerte son los factores asociados a la enfermedad que presentaron los pacientes al ingresar al Programa de Diabetes de la Provincia (Prodiaba) y que permiten predecir un mayor riesgo de morir. Este programa, dependiente de la Dirección Provincial de Medicina Preventiva, asiste y entrega medicación a 80 mil personas sin cobertura de obra social.
Los especialistas analizaron la evolución de 16.439 pacientes dependientes de la insulina con un promedio de 48 años que ingresaron al programa entre 1996 y 2009. En ese periodo murieron por complicaciones derivadas de la diabetes 2.167 personas.
A partir del análisis de las historias clínicas se obtuvo que al ingresar al Prodiaba el 71% presentaba hipertensión arterial, el 53,6% tenía altos niveles de colesterol mientras que el 24,7% fumaba.
Los resultados de este estudio se dieron a conocer esta mañana durante las Jornadas de Capacitación del Prodiaba, que reunieron a más de 50 especialistas en diabetes en el hotel Terrazas al Mar de Pinamar, encabezadas por el ministro de Salud provincial Alejandro Collia.
“Sabemos que la diabetes es una de las enfermedades crónicas de mayor prevalencia a nivel mundial y se estima que en la Provincia de Buenos Aires afecta al 6% de la población”, detalló Collia.
En tal sentido, el ministro explicó que “en este momento estamos reorganizando los recursos humanos y físicos para que todo paciente diabético que viva en la provincia de Buenos Aires y se asista en el sector público cuente con una red de establecimientos capaz de dar respuesta a las múltiples complicaciones que puede presentar la enfermedad”, agregó Collia.
Ocurre que la diabetes, caracterizada por un exceso de glucosa en sangre, cuando no es controlada regularmente y en forma interdisciplinaria, puede acarrear una extensa cadena de complicaciones que incluye desde problemas cardiovasculares, pasando por insuficiencia renal, ceguera, trastornos emocionales, neurológicos y hasta amputaciones.
Este año el ministro firmó la resolución 2045 por la cual aumentó en 10 millones de pesos el presupuesto destinado a la compra de medicamentos e insumos que entrega la Dirección de Patologías Prevalentes a pacientes sin obra social. De ese incremento, el 60% de los recursos se destinó al Prodiaba, que constituye el programa de diabetes con mayor número de beneficiarios del país. En la actualidad, se ocupa de brindar cobertura a 80 mil diabéticos, de las cuales 52 mil reciben medicación y 28 mil insulina.