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Imagen 3D del corazón da nueva herramienta a cirujanos

Un equipo de la Universidad Western Ontario, de Canadá desarrolló una técnica que obtiene una imagen tridimensional e integral del corazón y puede ser una herramienta importante para cardiólogos y cirujanos.

En un artículo que publica la revista Journal of the American College of Cardiology, James White y sus colegas en el Instituto Robarts de Investigación, indican que la imagen de alta resolución muestra la estructura vascular y la presencia de cicatrices en el músculo cardiaco.

Esta técnica novedosa para la elaboración de imágenes empleó un aparato por resonancia magnética (MRI por su sigla en inglés) 3-Tesla en el instituto Robarts. Las lesiones en el corazón causadas por ataques cardiacos o inflamación viral a menudo dejan daños permanentes o cicatrices en el tejido muscular.

 
White explicó que durante mucho tiempo los médicos han sabido que se podían captar imágenes del tejido de cicatrices en el miocardio, «pero lo que hemos logrado ahora es llevar esta elaboración a un nuevo nivel». «Ésta es la primera vez que hemos podido ver la cicatriz del miocardio y los vasos sanguíneos en el corazón simultáneamente», añadió.

 
Con la técnica empleada, los investigadores han construido un modelo tridimensional del corazón de una persona que permite comprender, de inmediato, la relación entre los vasos sanguíneos en el corazón y la lesión permanente en torno a ellos.

 
«Esto ayudará a que los cirujanos y cardiólogos localicen mucho mejor los vasos sanguíneos que conducen al tejido muscular capaz de responder a las terapias, en lugar de dirigirse a un tejido muscular cuyo daño es irreversible», señaló White.

La técnica, explicó el investigador, comienza con la adquisición de imágenes coronarias tridimensionales mediante la infusión continua de un compuesto de contraste llamado gadolinio, que hace que el torrente sanguíneo resplandezca.

El aparato 3-Tesla toma las imágenes a medida que este compuesto de contraste se introduce en el torrente sanguíneo, y obtiene una imagen tridimensional de alta resolución del corazón, en la cual pueden verse los vasos coronarios.

 
El tejido de cicatriz se libera más lentamente del agente de contraste y, por lo tanto, su señal se retiene aún después que el gadolinio se haya escurrido del flujo sanguíneo y de los tejidos normales.

 
La captación de otra imagen, unos 20 minutos más tarde, realza la cicatriz del corazón también en tres dimensiones. Dado que las dos imágenes se toman de manera idéntica y usando la misma secuencia de pulsos del MRI, son adecuadas para fusionarse una en la otra.

El resultado es un modelo fusionado tridimensional que muestra los vasos sanguíneos y el tejido de cicatriz que puede resultar muy útil en el tratamiento quirúrgico de las afecciones cardíacas.

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