La Academia Nacional de Medicina (ANM) se expresó en contra del aborto, defendió el derecho a la expresión de conciencia y recordó a los médicos el juramento profesional de «cuidar la vida». Lo hizo en una declaración difundida ayer y que había sido aprobada durante un consejo plenario que se realizó el pasado 30 de septiembre.
«La salud pública argentina necesita de propuestas que cuiden y protejan a la madre y a su hijo, la vida de la mujer y la del niño por nacer. La obligación médica es salvar a los dos, nada bueno puede derivarse para la sociedad cuando se elige la muerte como solución», dijo la Academia en el texto, fimado por su presidente, Juan M. Ghirlanda y el secretario general Roberto N. Pradier.
El pronunciamiento detalló que «si el aborto clandestino es un problema sanitario, corresponde a las autoridades tomar las mejores medidas preventivas y curativas sin vulnerar el derecho humano fundamental a la vida y al de los profesionales médicos a respetar sus convicciones».
El texto agregó que la ANM “considera que el niño por nacer científica y biológicamente es un ser humano cuya existencia comienza al momento de su concepción. Desde el punto de vista jurídico, es un sujeto de derecho, como lo reconocen la Constitución Nacional, los tratados internacionales anexos y los distintos códigos nacionales y provinciales de nuestro país». En ese sentido, en la declaración se afirma que «destruir a un embrión humano significa impedir el nacimiento de un ser humano».
«El pensamiento médico a partir de la ética hipocrática ha defendido la vida humana como condición inalienable desde la concepción. Por lo que la Academia Nacional de Medicina hace un llamado a todos los médicos del país a mantener la fidelidad a la que un día se comprometieron bajo juramento», precisó el texto.
Por último, la entidad civil sin fines de lucro consideró que «el derecho a la objeción de conciencia implica no ser obligado a realizar acciones que contrarían convicciones éticas o religiosas del individuo».