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«La operación a la Presidente se realizó sin inconvenientes ni complicaciones»

El parte médico del Hospital Universitario Austral confirmó que no hubo complicaciones.

La operación a la que fue sometida la presidente Cristina de Kirchner, una tiroidectomía total a causa de un carcinoma, se realizó «sin ningún inconveniente, ni complicaciones», según informó el vocero Alfredo Scoccimarro en una conferencia de prensa en las puertas del Hospital Universitario Austral de Pilar.

El comunicado oficial fue firmado por los médicos de la Unidad Médica Presidenta, Luis Buonomo y Marcelo Ballesteros, a partir de información suministrada por el jefe del equipo que operó a la mandataria Pedro Saco y el director médico del Hospital Austral Eduardo Sliper.

«La Unidad Médica Presidencial comunica que los doctores Pedro Saco, jefe de equipo quirúrgico, y Eduardo Schnitzler , director médico del hospital Austral informaron que la cirugía de la Señora Presidenta se realizó sin ningún inconveniente ni complicaciones», reza el comunicado.

Cristina fue informada del resultado de la operación, que se prolongó por casi tres horas y media, en la que se le extirpó totalmente la glándula de tiroides. Los médicos destacaron que «muestra una buena recuperación post operatoria inmediata y recibirá los cuidados post operatorios en el área de atención general».

La mandataria permanecerá en el nosocomio al menos 72 horas. En tanto, mañana al mediodía se conocerá un nuevo parte médico. Luego seguirá de licencia 20 días, período en el cual el Ejecutivo estará a cargo del vicepresidente Amado Boudou. Retomará el mando a fines de enero, en un mes en el que se prevé que las cuestiones de Gobierno funcionen sin sobresaltos.

En las afueras del hospital, que se encuentra altamente custodiado, cientos de militantes y algunos dirigentes políticos del kirchnerismo se concentraron en una vigilia para «hacerle el aguante» a Cristina durante su intervención. Además, estuvo acompañada durante la operación por sus hijos, Máximo y Florencia, y su madre, Ofelia Wilhelm.

Durante la operación se le extirpó la glándula tiroides, ubicada en la zona de la garganta y encargada de recibir hormonas desde el cerebro y regular el metabolismo del cuerpo. Desde que se conoció la noticia la semana pasada se ha enfatizado que el tumor detectado en el caso de Cristina de Kirchner no presentaba complicaciones, ya que estaba circunscripto a la glándula de tiroides y no comprometía los ganglios linfáticos ni se encontró metástasis.

Más allá de la intervención, la Presidente deberá recibir un tratamiento posquirúrgico, que incluye la recepción de una terapia con yodo radioactivo para destruir cualquier tejido tiroideo que no haya sido extirpado mediante la cirugía.

Este tratamiento se realiza recién a los 30 días de la intervención o en un período anterior si se toma la medicación Thyrogen, una inyección que evita que los pacientes presenten cuadros de hipotiroidismo y permite avanzar más rápido con las terapias de yodo radioactivo. Esto se debe a que, para que este tratamiento sea más eficaz, los pacientes tienen que tener altos niveles de hormona estimulante de tiroides (TSH) en la sangre. La manera de aumentar esta hormona es no tomar la hormona tiroidea, que reemplaza lo que fue extirpado durante la operación -lo que produce el cuadro de hipotiroidismo- o recibir la inyección.

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