Todos los países de América Latina y el Caribe son «donantes de ayuda humanitaria a sus vecinos» ante desastres naturales, y el terremoto de Haití es un ejemplo, destacó el presidente de Cascos Blancos, Gabriel Fucks.
El diplomático argentino destacó la necesidad de que exista inversión de los estados en prevención y capacitación a las poblaciones para enfrentar las catástrofes cada vez más intensas que azotan la región.
Hoy y mañana se realiza en Buenos Aires el tercer encuentro regional sobre asistencia humanitaria, con la presencia de cancilleres y expertos en defensa civil de 24 países de la región, en el marco de la Oficina de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA). También estarán presentes delegados de la OEA, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), y ONG como Cruz Roja y Médicos Sin fronteras.
El objetivo de estos encuentros, que se celebraron ya en México y Brasil, es «buscar herramientas de cómo mejorar y agilizar la cooperación y mecanismos de ayuda humanitaria regional», señaló Fucks.
La cita que comienza hoy tendrá como eje la elaboración de manuales de cancillerías sobre pautas comunes de cuáles son los resortes en una emergencia, tanto para el país donante como para el país receptor.
«Hoy todos los países de la región son donantes de ayuda humanitaria a sus vecinos», señaló Fucks, lo que atribuyó al crecimiento económico y a la desaparición de hipótesis de conflictos en la región.
Para el representante de Cascos Blancos, el caso de Haití, afectado por el terremoto el 12 de enero pasado, es un ejemplo. “En nuestro aviones llevamos un equipo de rescatistas uruguayos y pasamos por Asunción para levantar a un equipo de voluntarios», relató. Consultado sobre el panorama en el país afectado, dada su amplia experiencia en el terreno, dijo que la «reconstrucción es lenta» y todavía «no está claro cuál va a ser el formato de la coordinación de la ayuda o dónde se reconstruirán las ciudades» devastadas.