La organización Médicos sin Fronteras (MSF) alertó que comenzaron a agotarse las reservas mundiales del medicamento benznidazol indispensable para los tratamientos contra el Mal de Chagas y que de persistir la escasez, deberá paralizar sus campañas sanitarias en América Latina.
La advertencia se lanzó en coincidencia con la nueva campaña de la ONG, “Gritos contra el dolor ajeno”, con un spot protagonizado por Javier Bardem, quien colabora desde hace años con esta entidad sin fines de lucro.
En el video, protagonizado junto a Luis Tosar, se pretende concienciar a los ciudadanos españoles a comprar sus “pastillas contra el dolor ajeno”, un remedio “para contagiarse el dolor de los demás” y ayudar a que los que sufran puedan curarse. El remedio, que cuesta un euro, vendió tres millones de cajitas en tan solo tres meses durante 2010.
Esta vez esperan conseguir al menos medio millón de euros (es decir, vender medio millón de cajitas) con los que invertir en 200.000 nuevos tratamientos contra la malaria en África. Además necesitan recaudar fondos para tratar en chagas ya que, según el doctor Henry Rodríguez, conectado a la rueda de prensa por vídeoconferencia, «sólo hay un laboratorio que fabrica el principio activo contra esta enfermedad.
Rodríguez, coordinador general de Médicos sin Fronteras en Bolivia y Paraguay, informó que «hay un desabastecimiento grave» en esos dos países, que figuran entre los más afectados por la enfermedad. «En Paraguay hubo que suspender los diagnósticos de nuevos pacientes y en Bolivia está previsto que las reservas de benznidazol se agoten a comienzos de 2012», agregó.
La advertencia de MDF coincidió con la aparición de un artículo publicado por la revista Journal of the American Medical Association (JAMA) de EEUU, que pidió a los laboratorios y gobiernos que garanticen el suministro de benznidazol, que es el fármaco requerido para combatir la infección «tripanosomiasis americana» o enfermedad de Chagas.
La escasez del medicamento «pone en riesgo el tratamiento de miles de personas en todo el mundo», advirtió MDF en octubre pasado y que ha reiterado en los últimos días.
Hay 8.000 personas que mueren todos los días por causa de las denominadas ‘enfermedades olvidadas’ como la malaria, la enfermedad del sueño, la tuberculosos o el chagas.
Un fármaco que escasea
El benznidazol tiene efectos colaterales tóxicos para los pacientes de Chagas, pero es la primera opción y la más efectiva. Su producción está a cargo exclusivo del laboratorio estatal brasileño Lafepe desde 2005, cuando Roche de Suiza le cedió la patente, pero a causa de la fabricación discontinua las reservas acumuladas han comenzado a agotarse.
En los últimos años la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) habían logrado que la enfermedad fuese visualizada por las autoridades sanitarias que hasta entonces la habían generalmente ocultado por tratarse de una «enfermedad de los pobres».
Esas campañas también permitieron que se tomara conciencia a nivel mundial de la necesidad de erradicar el Chagas en vez de circunscribirlo a determinadas regiones de América Latina.
«Pero toda esa lucha podría quedarse en nada por la falta de medicamentos», afirmó Rodríguez.
El Ministerio de Salud de Brasilia se comprometió a resolver la escasez y Rodríguez reconoció que encontraron de parte de las autoridades sanitarias brasileñas «buena voluntad» pero «los tiempos son cortos y quizás no se puedan cumplir», advirtió.
La escasez del medicamentos afecta también a los países europeos donde hay colonias de latinoamericanos como en España, donde se estima que hay 40 mil pacientes de Chagas.