La neumonía, la diarrea, la malaria o las complicaciones al nacer son las principales causas para que más de 8,8 millones de niños en el mundo mueran antes de cumplir los cinco años. Así lo indica un estudio en 193 países publicado en la Revista “The Lancet”, donde se detallan las causas por las cuales se producen estos fallecimientos y lo lejos que se está todavía del cuarto Objetivo para el Desarrollo del Milenio, que pretende reducir la mortalidad infantil en dos terceras partes para 2015.
Las enfermedades infecciosas, con la neumonía en primer lugar, fueron responsables del 68% de los 8,8 millones de decesos en chicos que no llegaron a su quinto aniversario, señalaron en el trabajo Robert E. Black, del Departamento de Salud Internacional de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins (EEUU), y el equipo del Grupo de Referencia Epidemiológica para la Salud Infantil, de la OMS y UNICEF.
Un 41% de estos fallecimientos se registró en neonatos (bebés entre 0 y 27 días de vida). Sus principales causas fueron las complicaciones en el parto, la asfixia al nacer, una sepsis (infección de la sangre) o la neumonía. El informe, a su vez revela que el 49 % de estos decesos se producen en sólo cinco países. La India posee el peor índice de supervivencia en menores de cinco años, en su mayoría debido a la neumonía y la diarrea. Le siguen Nigeria, República Democrática del Congo, Pakistán y China.
En el continente africano, el 92% de los fallecimientos se deben a la malaria y el 90% por enfermedades causadas por el sida. Pese a que los programas de vacunación han reducido la mortalidad infantil a causa del sarampión y el tétanos, estos padecimientos son todavía culpables del 1% de los decesos.
Aunque el número de muertes supone una mejora en la última década frente a los 10,6 millones registradas en el año 2000, los investigadores revelan que «la proporción de decesos en neonatos aumentó del 37% en ese año al 41% en 2008, por lo que la atención a este grupo se volvió prioritaria. Los especialistas sostienen que para que se logre este Objetivo del Milenio se debe tener éxito en controlar este problema.
La malnutrición, las deficiencias de vitamina A y zinc, y la falta de leche materna no se presentan en estas estadísticas como causa directa de muerte, pero los autores reconocieron que son la causa subyacente de al menos un tercio de los fallecimientos de estos chicos.
Por su parte, el panorama europeo difiere mucho del de los países con menos ingresos. Las cifras arrojan que, de Europa Occidental, el país que ocupa el peor puesto en es el Reino Unido, con 4.324 fallecimientos infantiles, la mayoría de ellos por complicaciones en el parto, anomalías congénitas y asfixia. No obstante, este dato supone una parte mínima en el cómputo global.
Fuentes: ELMUNDO.es y The Lancet