Murió el paciente liberiano de ébola que era atendido en Estados Unidos, el primero en ser diagnosticado de esta fiebre hemorrágica fuera de África, anunció el hospital.
«Con profunda tristeza informamos el deceso de Thomas Eric Duncan esta mañana a las 07H00 locales (13H51 GMT)», indicó el portavoz Wendell Watson en un comunicado del Texas Health en Dallas (Texas, sur).
«Duncan sucumbió a una enfermedad insidiosa, el ébola. Luchó valientemente en esta batalla», agregó.
Duncan fue la primera persona que desarrolló los síntomas del virus fuera de África, donde esta implacable fiebre ha matado a más de 3.400 personas desde principios de año.
Llegó a Texas, adonde viajó para visitar a su familia, el 20 de septiembre. Comenzó a sentirse enfermo cuatro días después, pero no fue hospitalizado hasta el 28 de septiembre.
«La última semana ha significado una enorme prueba para nuestro sistema de salud. Pero hay una familia para la cual esto ha sido mucho más personal. Hoy han perdido a un querido miembro de su familia», dijo el comisionado de Salud de Texas, David Lakey, ofreciendo sus condolencias.
Añadió que el equipo médico de Texas le había «proporcionado cuidados excelentes y compasivos, pero el ébola es una enfermedad que ataca al cuerpo de muchas maneras».
Funcionarios de Salud monitorizan a docenas de personas que pueden haber estado en contacto con Duncan, en particular a unas diez que se considera que corren gran riesgo de haber contraído el mal. Su familia está aislada en su apartamento, resguardado por un policía.
Duncan fue sometido a un tratamiento experimental, llamado brincidofovir, había informado el lunes el hospital.
Este medicamento, un antiviral fabricado por la farmacéutica Chimerix con sede en Carolina del Norte, actualmente es objeto de pruebas clínicas en fase 3 contra adenovirus y cytomegalovirus. Sin embargo, no había sido probado hasta ahora en humanos ni animales como tratamiento contra el ébola.
Los tres primeros misioneros estadounidenses -dos médicos y una ayudante sanitaria- que se infectaron de ébola en África y fueron repatriados para recibir tratamiento en Estados Unidos, habían sido tratados con otros medicamentos experimentales.
El virus se transmite por el contacto con fluidos corporales de una persona infectada luego de que ésta empieza a padecer los síntomas, o tras tocar el cadáver de alguien que murió de ébola, afirman los expertos.
No hay ningún medicamento aprobado por el mercado para tratar el ébola ni ninguna vacuna para prevenirla.