José Carlos Rivero, un niño de 4 años oriundo de la localidad correntina de Lavalle que estaba internado en el hospital Garrahan, presuntamente por intoxicación con agroquímicos, falleció, según informó la familia.
Organizaciones sociales y ambientalistas anunciaron que se concentrarán para insistir en los reclamos a los organismos del Estado provincial para que se apliquen políticas preventivas y de control respecto del uso de agroquímicos y fumigaciones en zonas productivas.
Así lo confirmó la monja Martha Pelloni, que preside la Fundación “Infancia Robada”, quien anticipó una reunión en Lavalle, a 230 kilómetros al sur de la capital provincial, con vecinos de la zona y dirigentes de diversas organizaciones para solicitar a las autoridades que intervengan en esta problemática.
Una ONG informó que en la casa del pequeño José, aledaña a una finca hortícola y a la que la familia se había mudado hace poco, ya habían muerto los perros y los animales de granja.
También en Lavalle, una zona con importante desarrollo de producción hortícola, hace un año murió Nicolás Arévalo, también de cuatro años, por intoxicación con endosulfán, según la autopsia.
Por aquel caso hay una causa judicial en proceso, aunque no fue caratulada, sino que permanece en investigación. Según Nicolás Segovia, abogado de “Infancia Robada”, dos productores deberían estar imputados por el deceso del niño, en abril de 2011.
Organizaciones sociales y ecologistas de Corrientes reclaman la intervención de los Ministerios de la Producción y de Salud de la provincia y “políticas preventivas y de control para evitar más muertes”, señaló a Télam Emilio Spataro, de