Franco Dalmolin, un niño entrerriano que fue trasplantado hace ocho años del corazón en el hospital Garrahan, cuando sólo contaba con ocho meses de vida, recorrió hoy con sus padres ese centro de salud para «agradecer y concientizar acerca de la importancia de donar órganos».
En ese entonces, el niño fue el bebé más chico del país al que se le trasplantaba un corazón. Hoy, junto con sus padres, buscan crear conciencia y acompañar a otras personas que pasan por la misma situación.
«Queremos que los padres que están a la espera de algún órgano vean nuestro caso para reforzar su fe. Que sepan que siempre hay una esperanza, incluso cuando se piensa que todo esta perdido», dijo Libia Gallo, madre del niño”.
“Sé que ante una pérdida se siente un dolor muy grande, pero también estimo que se puede encontrar algo de paz, sabiendo que ayudan a otra persona a seguir viviendo», agregó la mujer.
Franco vive con su familia en la localidad de Chajarí, en la provincia de Entre Ríos, y «lleva una vida como cualquier otro chico, aunque necesita algunos cuidados especiales«, detalló su madre.
En el 2004, cuando el niño tenia sólo ocho meses y pesaba cinco kilos fue trasplantado por el equipo del Garrahan, a cargo del médico Horacio Vogelfang, cuando llegó el corazón de Alan, un niño de un año que murió de meningitis en Corrientes.
Con el tiempo, Diego y Patricia, los padres de Alan, quisieron conocer al niño que recibió el corazón y, según cuenta la mamá de Franco, «ven en Franco un pedacito de su hijo».
Franco y sus padres concurren todos los meses al hospital a fin de realizar los controles pertinentes para un trasplante, allí es recibido con mucho cariño por todo el personal «ya sea de seguridad, enfermeras, médicos, otros especialistas, todos se ponen a jugar con Franco», apuntó la madre.
Por su parte, Jorge Dalmolin, padre de Franco, agregó que «los médicos y enfermeros de este lugar son personas grandiosas”, que los reciben aún “con el mismo cariño y amabilidad del primer día».
“Cuando estuvimos hace ocho años en este lugar, muchas veces fueron ellos quienes nos dieron la fuerza para seguir, tienen mucho que ver. Con el nene tienen mucha paciencia y amor, le tienen mucho cariño», recordó el hombre.