En la actualidad, es sabido que las mujeres viven más que los hombres. Pero un reciente estudio evidenció que no siempre fue así, y halló que las diferencias entre las expectativas de vida entre ambos sexos comenzaron a finales del siglo XIX.
El trabajo, realizado por un equipo de la University of Southern California y publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) se basó en la información sobre personas nacidas entre 1800 y 1935 en 13 países desarrollados. El grupo percibió que en ese período de tiempo, las tasas de mortalidad disminuyeron en ambos casos, pero a partir de 1880, cayeron mucho más rápido entre mujeres. Así se mostró que la mayor expectativa de vida en el sexo femenino es un fenómeno relativamente nuevo.
Según publicó el sitio BBC Mundo las tasas de mortalidad de ambos sexos eran similares antes de 1840. Pero cuando los científicos analizaron la de los nacidos entre 1880 y 1899, hallaron que en los hombres de entre 50 y 70 años era 1,5 veces mayor que la de las mujeres de la misma edad.
Esta brecha creció aún más después de 1900, ya que la tasa de mortalidad de los varones de 50 a 70 años era el doble que el de las mujeres de la misma edad.
De acuerdo con el equipo, la enfermedad cardiovascular es la principal causa de que la tasa de mortalidad sea más alta entre los hombres. Las patologías cardíacas y los accidentes cerebrovasculares representaron más del 40% en el aumento en las tasas de mortalidad masculina frente a los índices de mortalidad femenina entre 1880 y 1919, señaló el equipo.
Los investigadores destacaron que futuros estudios podrían investigar otras diferencias entre los sexos, como las genéticas, que también podrían jugar un rol en el aumento del riesgo de muerte por enfermedades del corazón en los hombres, indicaron los expertos.