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Novedosa técnica triplicó los tiempos de conservación de hígados de ratones

Hígado de rata conservado mediante esta nueva técnica. (Foto: Wally Reeves, Korkut Uygun, Maish Yarmush, Harvard University)

Científicos del Instituto Nacional de la Salud de EEUU probaron con éxito en ratones una nueva técnica que, de confirmarse su eficacia en humanos, podría prolongar el tiempo de preservación de los  órganos por fuera del donante y de esa forma, salvar vidas.

El estudio, que fue publicado en la revista Nature Medicine, testeó en hígados de ratones un novedoso sistema de sobreenfriamiento, un método de criopreservación que triplicó la cantidad de tiempo que este órgano pueda permanecer almacenado antes de un trasplante.

Uno de los mayores problemas de estas intervenciones es el poco tiempo que los órganos pueden conservarse hasta ser implantados a un receptor. Con las técnicas actuales, un hígado no puede estar almacenado más de 24 horas.

Según explica el estudio, la principal dificultad para la conservación a largo plazo de los órganos humanos deriva principalmente del grave daño tisular que se produce cuando éstos son congelados.

Para dar solución a este problema, el equipo de Martin Yarmush y Korkut Uygun, del Centro de Ingeniería Médica del Hospital General de Massachusetts (MGH) de Boston, probó en roedores la técnica, que consta de cuatro pasos.

Según informó el sitio ABC.es, el primero de ellos consistió en emplear una máquina de perfusión -una forma de entrega de oxígeno y nutrientes a los capilares en los tejidos biológicos mientras permanecen fuera del cuerpo- para superenfriar el tejido hepático sin causar daño irreversible en las células. Para conseguir este objetivo,  los científicos añadieron 3-OMG (3-O-metil-D-glucosa), un compuesto modificado de glucosa no tóxico, a la solución tradicional.  Según explicaron, el 3-OMG se conserva y al no poder ser metabolizado por las células, se acumula en las células del hígado o hepatocitos. De esta forma, actúa como un protector contra el frío.

El equipo también modificó la solución al agregarle de PEG-35 kD (polietilenglicol) para proteger específicamente las membranas celulares. El etilenglicol es el ingrediente activo del anticongelante, y funciona mediante la reducción del punto de congelación de una solución.

A través de este nuevo método, los expertos consiguieron que los hígados de ratones se enfriaran más lentamente por debajo del punto de congelación sin inducir así la congelación, y por tanto sobreenfriaando los órganos para su preservación.

 Después de almacenar los órganos durante varios días, los científicos usaron de nuevo la máquina de perfusión para volver a calentar los órganos, a la par que suministraban oxígeno y otros nutrientes para preparar los hígados para el trasplante.

Mediante esta técnica, el equipo consiguió almacenar los hígados de ratones durante 72 horas o tres días. A su vez, todos los animales que recibieron estos órganos sobrevivieron a los tres meses, pero ninguno de las que recibieron un trasplante utilizando métodos actuales lo hicieron. La tasa de supervivencia de los roedores que recibieron hígados conservados durante cuatro días fue del 58%.

La técnica, ahora,  debe pasar por numerosas pruebas y ser perfeccionada  antes de que pueda emplearse en seres humanos.

Fuente: ABC.es

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