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Nuevo estudio demuestra que los psicópatas tienen distinta estructura cerebral

Expertos detectaron en resonancias magnéticas que los psicópatas poseen menos materia gris en áreas vitales para comprender las emociones.

Científicos que escanearon el cerebro de hombres condenados por asesinato, violación y ataques violentos hallaron la evidencia más fuerte hasta el momento de que los psicópatas tienen anormalidades estructurales en el cerebro. 

Los investigadores, del Instituto de Psiquiatría del King’s College de Londres, dijeron que las diferencias en el órgano de los psicópatas los distinguen incluso de otros criminales con trastornos de personalidad antisocial (TPA) y de las personas sanas. 

Nigel Blackwood, quien encabezó el estudio, dijo que la posibilidad de utilizar un escáner para identificar y diagnosticar este subgrupo de delincuentes violentos tiene importantes implicaciones para el tratamiento. 

El estudio mostró que los psicópatas, quienes se caracterizan por la falta de empatía, tiene menos materia gris en el área del cerebro importante para entender las emociones de los demás. 

Si bien los tratamientos cognitivos y conductuales podrían beneficiar a personas con TPA, el mismo enfoque no funcionaría para psicópatas con daño cerebral, dijo Blackwood. 

Essi Viding, profesora del departamento de psicología y ciencias del lenguaje del University College London y que no participó en el estudio, dijo que proporcionaba «nueva evidencia significativa» sobre la importancia de distinguir personas psicopáticas de las que no lo son en vez de agruparlas. 

El hallazgo también tiene implicancias para el sistema judicial, porque relacionar psicopatías con funciones cerebrales aumenta la posibilidad de debatir una defensa de demencia. 

El equipo de Blackwood utilizó imágenes por resonancia magnética (IRM) para escanear el cerebro de 44 criminales adultos violentos en Gran Bretaña que ya habían sido diagnosticados con TPA. Los delitos que habían cometido incluían asesinato, violación, intento de homicidio y graves daños corporales.

De los 44 hombres estudiados, 17 sufrían de TPA y de una psicopatía mientras que 27 no presentaban el diagnóstico. 

Los investigadores también escanearon el cerebro de 22 hombres sanos que no habían cometido delitos. Los resultados mostraron que el órgano de los psicópatas tenía mucha menos materia gris en la corteza prefrontal anterior y en los lóbulos temporales que en los criminales sin la patología y las personas normales.

Estas áreas son importantes para entender las emociones e intenciones de los demás, y se activan cuando la gente piensa sobre comportamiento moral, dijeron los investigadores. 

El daño de estas áreas está relacionado con la falta de empatía, una respuesta débil al miedo y la angustia y la falta de emociones propias como la culpa o la vergüenza. 

Existen claras diferencias de conducta entre las personas con TPA dependiendo si sufren o no una psicopatía. Sus patrones de criminalidad son diferentes, lo que indica la necesidad de un enfoque separado en al tratamiento. 

«Describimos a los pacientes sin psicopatías como ‘exaltados’ y aquellos con psicopatías como ‘fríos'», explicó Blackwood. 

«El grupo psicopático ‘frío’ comienza a temprana edad sus delitos, se involucra en comportamientos delictivos más amplios y de mayor densidad y responde menos a programas de tratamiento en la adultez comparado con el grupo de ‘exaltados'», añadió.

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