Un nuevo método de detección precoz del cáncer de ovarios en mujeres menopáusicas, que tienen un riesgo mediano de desarrollar la enfermedad, resultó prometedor, según un estudio clínico.
La estrategia se basa en un modelo matemático llamado ROCA (Risk of Ovarian Cancer Algorithm), que integra la evolución de los resultados del análisis sanguíneo CA-125 (proteína cuya tasa aumenta con la presencia de un cáncer de ovarios), la edad de la paciente, una ecografía transvaginal y, si necesario, la visita a un ginecólogo-cancerólogo.
«Más del 70% de los cánceres ováricos son diagnosticados en un estado avanzado. Por lo que un método de detección que permita detectar la enfermedad cuando está en sus inicios es un poco como descubrir el Grial», explicó la doctora Karen Lu, profesora de gineco-cancerología en el centro del cáncer Anderson de la Universidad de Texas, principal autora de la investigación.
La especialista presentó el estudio en una teleconferencia de prensa organizada por la American Society of Clinical Oncology (ASCO).
«Si sus resultados se confirman en estudios más extensos, este nuevo método de detección puede convertirse en una herramienta relativamente barata y útil para detectar cánceres ováricos en primeras fases de desarrollo cuando aún son curables, incluso los más agresivos», añadió Lu.
Para el trabajo, los investigadores reclutaron a 3.238 mujeres menopáusicas de 50 a 75 años de edad sin antecedentes familiares particulares de cáncer de ovarios o de mama, que fueron estudiadas durantes ocho años. Basado en el test ROCA, el 99,7% de los tumores fueron detectados en sus primeras fases, lo que también permitió indicar una tasa muy baja de falsas alertas.
Un estudio con 200.000 mujeres para evaluar el ROCA está actualmente en curso en el Reino Unido. Los resultados estarán disponibles en 2015.