En el instituto Walter Reeds de los Estados Unidos comenzó el primer ensayo clínico en humanos con una vacuna contra el Plasmodium Vivax, una de las cepas más difundidas de malaria, en una carrera para combatir esta enfermedad devastadora que afecta al 10% de la población mundial y mata más de 1 millón de niños menores de 5 años por año.
Otro estudio, con una vacuna contra la cepa más virulenta de malaria el Plasmodium Falciparum, que comprende a más de 16.000 niños en África está en fases avanzadas de desarrollo. Se estima que esta vacuna podrá reducir la mortalidad por malaria en un 50%.
La enfermedad, también llamada paludismo es el mal parasitario más importante en el hombre. Se transmite a través de la picadura del mosquito Anopheles hembra que ocurre predominantemente en horas nocturnas, desde el anochecer hasta el amanecer. La afección predomina en las regiones tropicales y subtropicales donde habita el mosquito y la mayor carga de la dolencia ocurre en África.
Las manifestaciones clínicas de la malaria abarcan fiebre, escalofríos, cefalea, vómitos, dolor muscular y anemia. Los cuadros graves presentan convulsiones y coma, fallo renal y hepático, anemia severa y trastornos de la coagulación.
Nuevas líneas de investigación en la lucha contra la enfermedad comprenden las denominadas vacunas para el bloqueo de la transmisión. Estas vacunas no protegen al individuo sino que actúan sobre el mosquito. Cuando un Anopheles pica a un sujeto vacunado, los anticuerpos pasan al intestino del insecto, impidiendo la transmisión del parásito.
Hasta poder contar con vacunas eficaces, las medidas para prevenir la infección se basan principalmente en la provisión y uso de mosquiteros rociados con insecticida para cubrir las camas, dado que el mosquito vector tiene hábitos nocturnos y pica de noche. Esta estrategia ha permitido reducir a la mitad el número de infectados en algunos países.
Las personas que planean viajar a regiones donde la malaria es endémica deben consultar a los centros profesionales de medicina del viajero para recibir instrucciones y tomar las medidas para la prevención de la infección. Estas precauciones incluyen:
• Evitar las salidas nocturnas entre el anochecer y el amanecer.
• Utilizar repelente de insectos
• Vestir ropa que cubra la piel adecuadamente para reducir la exposición al mosquito
• Permanecer en lugares acondicionados y con mosquiteros
• Dormir en camas protegidas con redes antimosquito rociadas con insecticidas (permetrina)
También se recomienda tomar drogas antipalúdicas para la profilaxis de la enfermedad. El tipo de medicación dependerá de la región a visitar y de la resistencia del parásito en la zona.