A mil días de que expire el plazo para cumplir los Objetivos del Milenio (ODM), en el año 2000, no se ha logrado cumplir completamente ninguno de ellos, aunque se han alcanzado algunas de sus metas. Así lo detalló la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a través de un comunicado.
La ONU había establecido ocho metas y 18 submetas que debían lograrse antes del fin de 2015.
El primer objetivo es erradicar la extrema pobreza y el hambre, y dentro de él se estableció la meta de reducir a la mitad la proporción de personas cuyo ingreso es menos de un dólar al día; y disminuir a la mitad la proporción de personas que sufren por hambre.
El segundo es alcanzar la educación primaria universal y asegurarse que todos los niños y las niñas son capaces de completar el periodo de educación básica.
El tercero es promover la igualdad de género y reforzar el papel de la mujer, y la meta lograr que se acaben las diferencias de género en la escuela y en la educación secundaria.
El cuarto objetivo es reducir la mortalidad infantil, y la meta es bajar en dos tercios el número de menores de cinco años que mueren.
El quinto objetivo es mejorar la salud materna, y la meta es reducir en tres cuartos la mortalidad materna.
El sexto objetivo es combatir el VIH/SIDA, la malaria y otras enfermedades e intentar frenar su expansión.
El séptimo objetivo es asegurar el desarrollo medioambiental sostenible, y las metas revertir la pérdida de recursos medioambientales, reducir a la mitad la proporción de personas sin acceso a agua potable, y mejorar la vida de al menos 100 millones de residentes en viviendas precarias, o chabolas.
El octavo y último objetivo es un compromiso de desarrollo mundial, que incluye siete submetas que van desde liberalizar el comercio, reducir la deuda externa de países pobres, aumentar la ayuda oficial al desarrollo, y fomentar el acceso a medicamentos en los países en desarrollo.
En un comunicado distribuido hoy por la ONU, se informa que, hasta ahora, la comunidad internacional ha logrado reducir a la mitad la pobreza extrema en el mundo, dado que en los últimos 12 años, 600 millones de personas han salido de la extrema pobreza. Asimismo, se ha alcanzado el objetivo de reducir a la mitad el número de personas que no contaban con acceso a agua potable.
El objetivo de mejorar la vida de al menos 100 millones de residentes de chabolas se ha logrado, y otros 200 millones de moradores en viviendas precarias han mejorado sus condiciones.
El comunicado indica que se ha alcanzado «progreso significativo» en el número de niños que están escolarizados, la presencia en los países en desarrollo aumentó del 82 % del total en 1999 al 90 % en 2010. Asimismo, se ha alcanzado la paridad en la educación primaria entre niños y niñas.
Los índices de mortalidad materna casi se han reducido a la mitad desde 1990: se estima que 287.000 muertes maternas ocurrieron en el mundo desde 2010, una caída del 47% desde 1990.
El número de fallecimiento de niños menores de cinco años se redujo de 12,4 millones en 1990 a 6,9 millones en 2011.
Además, las inversiones para luchar contra la malaria, el sida y la tuberculosis han salvado millones de niños y África ha reducido en un tercio las muertes relacionadas con el sida.
Dicho todo esto, la ONU recuerda que aún queda mucho por hacer, y específicamente recuerda que «demasiadas mujeres mueren al dar a luz, demasiadas comunidades no cuentan con saneamiento básico, y las desigualdades entre ricos y pobres están creciendo en muchos países».