La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostuvo que el informe de una de sus entidades independientes, que confirma que la carne procesada es cancerígena, no pide al público que deje de consumir este producto, sino que indica que su consumo limitado conlleva un menor riesgo de sufrir cáncer colorrectal.
La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) hizo público el lunes un informe que clasifica en la escala de «cancerígena» la carne procesada y en la de «probablemente cancerígena» la carne roja, lo que ha causado una ola de preocupación entre los consumidores y el rechazo de la industria más directamente relacionada con este sector.
En respuesta a la polémica desatada, la OMS emitió ayer un comunicado recordando que, ya en 2002, la organización recomendaba moderar el consumo de las carnes preservadas para reducir el riesgo de cáncer. Esa sugerencia figuraba en un informe sobre «Dieta, nutrición y prevención de enfermedades crónicas».
Por otra parte, la agencia sanitaria de Naciones Unidas anunció que su grupo de expertos encargado de evaluar de forma regular la relación entre alimentación y enfermedades se reunirá a comienzos del próximo año para establecer las implicaciones para la salud pública de la más reciente información sobre la carne.
Asimismo, determinará cuál debe ser «el lugar de la carne procesada y de la carne roja en una dieta sana».