Más de un millón de niños mueren cada año como consecuencia de un parto antes de término y el 75% de ellos podría salvarse con tratamientos «muy baratos y efectivos», denunció hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con motivo del Día Mundial de los Nacimientos Prematuros, la agencia sanitaria de Naciones Unidas reclamó que se faciliten los cuidados esenciales a los bebés que no completaron el período de gestación.
Tres sencillos tratamientos pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte de cientos de miles de recién nacidos, según destacó la directora de la Alianza para la Salud de la Madre, el Recién Nacido y el Niño de la OMS, Carole Presern. Entre ellos están las inyecciones de esteroides que, administradas a las madres en el momento del alumbramiento anticipado, evitan que los recién nacidos sufran dificultades respiratorias.
Según la agencia sanitaria de la ONU, este tratamiento se utiliza desde la década de 1990 en el 95% de partos prematuros en los países desarrollados, mientras que apenas alcanza al 5% en las naciones en vías de desarrollo pese a su bajo precio (una dosis cuesta alrededor de un dólar).
Otro de los métodos propuestos por la OMS para tratar a los nacidos de forma prematura es el cuidado «madre canguro», que consiste en fomentar el contacto directo entre la madre y el niño, con este último alojado en el pecho de la progenitora, lo que permite mantener al bebé caliente y facilita la tarea de amamantar.
Los estudios disponibles muestran que las tasas de mortalidad para los bebés que recibieron este tipo de cuidados son las mismas o más bajas que las de aquellos que estuvieron en incubadoras, según indicó la OMS, si bien lamentó que es un método de cuidado poco extendido.
«Una razón que puede explicar su lenta expansión es la falta de información sobre su funcionamiento o que en muchos casos los obstetras, comadronas y enfermeras encuentran difícil aceptar que un enfoque natural pueda ser superior a los caros equipos de alta tecnología», indicó Presern.
El tercer tipo de intervención propuesto es el uso de antibióticos básicos, como la amoxicilina, para tratar la neumonía y otros antibióticos inyectables que puedan ayudar a los recién nacidos a combatir infecciones.
Se estima que cada año unos 15 millones de niños nacen antes de término en el mundo.
La definición de la OMS de parto prematuro es aquel que ocurre antes de las 37 semanas completas de gestación, habiendo dentro de esta categoría tres clasificaciones.
«Prematuros tardíos» son los nacidos entre las 32 y 37 semanas, que representan el 84% del total; «muy prematuros» son los nacidos entre las 28 y 32 semanas, y «extremadamente prematuros» son los nacidos antes de las 28 semanas de gestación. Estos últimos son los que requieren la atención más intensiva y costosa para sobrevivir, según la OMS.
En los países desarrollados, estos bebés tienen un 90% de posibilidades de supervivencia, aunque pueden sufrir discapacidades físicas, neurológicas y de aprendizaje, mientras que en los países de bajos ingresos sólo el 10% sobrevive.