Las muertes por malaria podrán ser de «casi cero» para 2015, de continuar los actuales progresos en la lucha contra la enfermedad que transmite un mosquito y que actualmente mata a unas 750.000 personas al año, anunció hoy Naciones Unidas.
El anuncio lo hizo Ray Chambers, delegado de la ONU para el combate a esa parasitosis -conocida también como paludismo- tras el encuentro en la sede del organismo en Nueva York por el Día Mundial de la Malaria.
Chambers indicó que en la actualidad mueren unas 750.000 personas afectadas por la enfermedad transmitida por el mosquito anofeles. La mayoría de las víctimas son niños menores de cinco años que viven en Äfrica, al sur del Sahara. Pero también en la India la enfermedad afecta a 50.000 personas por año, según datos proporcionados por Chambers y difundidos por la agencia DPA.
«En los últimos años invertimos casi 5.000 millones de dólares en la lucha contra la malaria», dijo el delegado de la ONU. Esos recursos fueron aportados entre otros por el Banco Mundial y fundaciones como la de Bill y Melinda Gates.
El dinero se destinó sobre todo al desarrollo de vacunas y a la compra de redes para protegerse del insecto transmisor. No obstante, la inmunización actual sólo tiene efecto entre el 50 y el 60% de los casos.
Mientras tanto, investigadores de todo el mundo procuran hallar una sustancia que sea efectiva en un 100% contra todas las cepas del plasmodium, germen patógeno de la malaria, tanto en África, Asia, Sudamérica o en el Caribe, indicó la médica senegalesa Awa Marie Coll-Seck ante periodistas.
Coll-Seck es la directora de la organización «Roll Back Malaria», integrada por países que combaten esa enfermedad, uno de los grandes problemas sanitarios en países tropicales y subtropicales y también el mayor riesgo de salud para turistas que viajan a esas zonas, advierten los especialistas.
Cuando un mosquito infectado pica a un ser humano el parásito se aloja primero en el hígado y luego de madurar pasa al torrente sanguíneo y ataca los glóbulos rojos, por lo que causa anemia. Los síntomas suelen presentarse de 10 días a 4 semanas, pero también hasta un año después de la infección.
Una de las cuatro variantes del parásito puede causar la muerte pocas horas después de la aparición de los primeros síntomas de malaria, que son vómitos, fiebre, escalofríos, nauseas, dolores musculares y de cabeza, convulsiones, ictericia, sudoración y sangre en las heces, entre otros.
Según la organización «Roll Back Malaria» 43 países, entre ellos también 11 de África, lograron reducir a la mitad los muertos por esa enfermedad en la última década.