El número de mujeres que mueren durante el embarazo o por complicaciones durante el parto se redujo casi a la mitad en los últimos 20 años, según los datos publicados en un estudio de Naciones Unidas. Sin embargo, el documento alerta sobre la alta incidencia de estos decesos en el África subsahariana.
Bajo el nombre de «Tendencias en la mortalidad materna», la ONU ha recabado los datos existentes en todo el mundo acerca de esas muertes en las últimas dos décadas, lo que permite concluir que, de las 543.000 muertes anuales que contabilizaban en 1990, se pasó a 287.000 en 2010, una reducción del 47%.
«El número de mujeres que mueren sigue disminuyendo, pero no podemos detenernos en eso. Nuestro trabajo debe continuar para que cada embarazo sea deseado y cada parto sea seguro», dijo el director ejecutivo del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), Babatunde Osotimehin, en un comunicado tras publicarse el estudio.
Pese a ese importante avance, muchos países, particularmente ubicados en el África Subsahariana, no cumplirán con la meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) que contempla la reducción de la mortalidad materna en un 75 % en 2015.
Según el estudio, elaborado por el UNFPA, el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), el índice mundial de mortalidad materna en 2010 quedó en 210 muertes por cada cien mil nacimientos, mientras que esos países africanos registraron 500 fallecimientos, la tasa más alta en el mundo.
«En el África subsahariana, una mujer tiene una entre 39 probabilidades de morir durante el embarazo o por complicaciones en el parto, mientras que en el sudeste asiático es de una entre 290 y en los países desarrollados de una entre 3.800», asevera el informe, que sitúa al 36 % de los cuarenta países con las mayores tasas de mortalidad materna en esa zona del continente africano.
En cualquier caso, el 99 % de esas muertes que ocurren en países en vías de desarrollo y el estudio demuestra que un tercio de todas ellas se contabilizan actualmente en tan solo dos países: India registró el 20 % de todas las acontecidas en 2010 (56.000) y Nigeria el 14 % (40.000).
Además de esas dos naciones, la lista de los diez países con la tasa más alta de mortalidad materna, con cifras de 2010, son la República Democrática del Congo (15.000), Pakistán (12.000), Sudán (10.000), Indonesia (9.600), Etiopía (9.000), Tanzania (8.500), Bangladesh (7.200) y Afganistán (6.400).
El informe destaca, sin embargo, que diez países han logrado en los últimos años cumplir con ese ODM, al reducir el índice en un 75 %: Bielorrusia, Bután, Estonia, Guinea Ecuatorial, Irán, Lituania, Maldivas, Nepal, Rumanía y Vietnam.
El estudio asegura que una mujer muere en el mundo cada dos minutos a causa de complicaciones relacionadas con el parto o el embarazo, y que las cuatro principales causas de fallecimiento son: hemorragias severa tras el alumbramiento, infecciones, tensión alta durante la gestación y aborto en condiciones peligrosas.
«Sabemos exactamente lo que hay que hacer para prevenir más muertes de este tipo: mejorar el acceso a la planificación familiar voluntaria, invertir en parteras y garantizar el acceso a cuidados obstétricos de emergencia cuando aparecen las complicaciones. Se salvarían muchas vidas», añadió Osotimehin en el mismo comunicado.
La ONU reconoce en el informe que el principal desafío a la hora de ofrecer cifras relativas a la mortalidad materna es «la falta de datos fiables» en muchos países, ya que en naciones en vías de desarrollo, estas muertes a menudo no se contabilizan de manera adecuada, particularmente si éstas fallecen en sus hogares.