Médicos argentinos obtuvieron el 1° Premio otorgado por la American Academy of Ophthalmology por un estudio sobre el queratocono, una condición que deteriora rápidamente la visión y afecta a una de cada 2 mil personas.
Se trata de oftalmólogos Hugo Daniel Nano y sus hijos Pilar Maria Nano y el Hugo Diego Nano, quienes en el marco del Encuentro Anual de esa entidad, recibieron el galardón por su trabajo científico sobre una novedosa técnica quirúrgica para tratar esta patología corneal, de alta prevalencia mundial.
El estudio, con 24 meses de seguimiento, demostró una alta satisfacción con respecto a mejoría en la visión de los pacientes tratados.
El queratocono se caracteriza porque la córnea (la parte transparente de la cara anterior del ojo) se presenta adelgazada y con protuberancia hacia delante, por lo que dota al ojo literalmente de una forma «cónica».
Sus causas son desconocidas, aunque algunos expertos consideran que este mal es hereditario. Lo que sí pudo comprobarse es que el frotamiento vigoroso de los ojos empeora la enfermedad.
Sus síntomas en principio no son muy diferentes a otros defectos de refracción comunes, como la visión ligeramente borrosa. Pero cuando la enfermedad progresa, la vista se suele deteriorar rápidamente, la agudeza empeora a cualquier distancia y la percepción nocturna se vuelve pobre.
En algunos pacientes, el enfoque en uno de los ojos es marcadamente inferior que en el otro. A su vez, pueden desarrollar fotofobia (hipersensibilidad a la luz), fatiga ocular por desviar la mirada para poder leer, o picazón. Aunque también puede suceder que la sensación de dolor sea leve o inexistente.
El queratocono suele progresar lentamente durante 10 o 20 años, tras los cuales deja de evolucionar. Al final de la primera década del padecimiento y principios de la segunda, aparecen síntomas como visión borrosa y distorsión de las imágenes.
Cada ojo puede estar afectado, aunque el grado evolutivo puede ser diferente. Cuando la enfermedad no progresa, se denomina queratocono frustro.
Pero a medida que la córnea se va adelgazando y deformando, ocasiona un astigmatismo cada vez más elevado que no puede ser tratado mediante gafas.
Los casos poco severos pueden ser tratados con lentes de contacto duros especialmente desarrollados para dicha afección. Pero si la visión no se restablece, se puede acudir a tratamientos más invasivos, que van desde anillos intracorneales hasta el trasplante de córnea.
También existen dos técnicas innovadoras y complementarias que son los aplicadas en el estudio presentado por los doctores Nano, que terminó por ser premiado. Una se llama PRK y consiste en un procedimiento refractivo (es decir, que quita dioptrías de miopía y astigmatismo) que se realiza con el Excimer Laser VISX Star S4®. La otra es la llamada Cross Linkin Corneal (CLC) que consiste en la combinación de radiación ultravioleta con sustancias fotosensibilizantes (riboflavina), que permite la formación de nuevas uniones de las fibras de colágeno, con lo que se logra aumentar la rigidez corneal.
Esta técnica pretende aumentar la estabilidad biomecánica corneal, con el objetivo de evitar el trasplante de córnea; transformando un queratocono activo en inactivo, frenando su evolución.
El estudio premiado incluyó 40 ojos de 20 pacientes, de una edad promedio de 34 años; con diagnostico topográfico de queratocono frustro subclínico.
Se aplicaron en un mismo acto los procedimientos PRK (con una corrección de su defecto óptico personalizada para casa caso) y CLC; ambos bajo anestesia tópica.
Tras los 24 meses de seguimiento postoperatorio se manifestó una reducción en el defecto óptico de un 80%, una mejoría en la agudeza visual y estabilidad de la enfermedad ectásica de base.
Esto permitió concluir que la aplicación del PRK y CLC simultáneo es una técnica quirúrgica segura y efectiva en pacientes con queratocono frustro.