El Aedes aegypti está activo en las altas temperaturas, y muere cuando bajan. Sin embargo, sus huevos resisten el frío, y al no adoptar las medidas pertinentes, se corre el riesgo de perpetuar la epidemia el siguiente verano. Debido a que los que persisten hasta la primavera son los que devendrán en larvas, los especialistas insisten en tomar medidas también durante el invierno, ya que con erradicar el mosquito transmisor se previene el riesgo de una nueva epidemia de dengue.
Miles de voluntarios de todas las provincias se movilizaron por los barrios durante la época estival en el marco de una convocatoria que lideró UNICEF para apoyar el “Plan Nacional para la Prevención y el Control del Dengue y la Fiebre Amarilla” que impulsó el Ministerio de Salud. A su vez, en la última Feria del Libro se presentó el manual “Guía de Participación Social en la Prevención del Dengue”, destinado a capacitar voluntarios en el marco de esta cruzada, que se realizará al menos por los próximos cinco años.
En diálogo con DocSalud.com, Nicolás Schweingman, Director del Grupo de Estudios sobre Mosquitos de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y encargado de supervisar el texto, destacó la importancia que la población tome medidas a largo plazo. “Si controlamos los huevos, vamos a controlar la circulación del Aedes aegypti durante el verano”, señaló.
Entre las acciones que propone la guía se destaca la campaña “Patio Limpio”, cuyo objetivo es la retirada de “recipientes clave” con capacidad de acumular agua. Se plantea que cada vecino descarte elementos en desuso que puedan representar un potencial criadero de mosquitos. Por otra parte, Zulma Ortiz, especialista en salud de UNICEF, sugiere además que durante tiempos de frío se cuide la limpieza de la pileta “al menos una vez al mes”, frente al recambio semanal aconsejado en verano.
Las medidas de prevención se completan con desechar toda la basura que esté alrededor de la vivienda, limpiar canaletas y desagües periódicamente para evitar acumulación de líquido, verter agua hirviendo en lugares de difícil acceso y con presencia de huevos como las rejillas, reemplazar por arena húmeda el agua de los floreros, dar vuelta baldes y contenedores y mantener el pasto corto.
Ortiz, en diálogo con DocSalud.com, destacó el rol de los medios de comunicación para la prevención de brotes evitables. En palabras de la especialista, “no se valora en término de riesgo al mosquito como a la mosca”, ya que, más allá del dengue, el primero de los insectos es un mayor transmisor de enfermedades que el segundo. Por otra parte, señaló que la campaña para prevenir la enfermedad se realiza en conjunto con los ministerios de Educación Nacional y provinciales para que los chicos, desde las escuelas, también puedan “aprender a protegerse”.
Claves para eliminar criaderos
Vaciar todo tipo de recipientes donde se pueda acumular agua es la primera acción recomendada para prevenir el dengue. Pero para despegar los huevos que puedan quedar adheridos, también se deben cepillar las paredes internas y volverlos a enjuagar.
Schweingman destacó que es “inofensivo” derramar el líquido estancado y limpiar los cacharros durante el invierno, ya que para esa época del año no se encuentra activo el mosquito. Sin embargo, cuando esta conducta se realiza en verano, “se favorece la dispersión de los Aedes aegypti vivos y, si están infectados, se propaga la epidemia”.
Tanto Schweingman como Ortiz enfatizan en que la población adopte hábitos saludables para preservar el ambiente en el que vive. Los cuidados, tanto personales como comunitarios, no deben olvidarse en ningún momento, incluso con la llegada del frío.