De las 35 mil muertes vasculares que se producen en un año en la Provincia de Buenos Aires, 20 mil se deben a problemas cardiacos y, de ese total, 4 mil ocurren por muerte súbita.
Uno de cada cuatro afectados por el cuadro “podría sobrevivir si se le practicaran maniobras de Resucitación Cardiopulmonar avanzada lo más precozmente posible”, explicó el ministro de Salud bonaerense, Alejandro Collia, en el marco de una jornada del SAT (Sistema de Atención al Turista) que se realizó en Miramar, que contó con la presencia del gobernador Daniel Scioli.
Por eso, por primera vez, la provincia encargó la compra de 100 cardiodesfibriladores automáticos, fundamentales para restablecer el ritmo normal del corazón en este tipo de muertes. La primera decena de estos aparatos ya está disponible en ambulancias ubicadas en las rutas 2, 11, 63, 74, 56 y 36, y en el hospital móvil instalado en Mar del Plata.
Los cardiodesfibriladores complementan las maniobras de resucitación cardiopulmonar y reaniman a los afectados por muerte súbita a partir de un impulso eléctrico dado con dos planchuelas en el pecho. Collia explicó que son recomendados “para todos aquellos lugares en los que se acumula gran cantidad de personas y, por eso, a esta altura del año, estamos trayéndolos a los distritos de la Costa”.
Para mantener con vida a los afectados por muerte súbita es fundamental llamar al servicio de emergencia y que la gente conozca como mantener la oxigenación de los órganos hasta la llegada de los médicos y, para eso, es preciso conocer las maniobras de Resucitación Cardiopulmonar (RCP). Los equipos de la Dirección Provincial de Emergencias que trabajarán esta temporada en la costa atlántica llevarán de inmediato al lugar donde se registre un cuadro de muerte súbita el cardiodesfibrilador automático.
“Queremos poner el acento en la prevención y darle al turista la tranquilidad de que en casos extremos tendrá a disposición el personal capacitado y la tecnología necesaria para cuidar su salud”, dijo Scioli.