Psiquiatras y profesionales de la salud lanzaron una organización para respaldar la Ley de Salud Mental durante una jornada con referentes nacionales e internacionales, en la que debatieron experiencias de desinstitucionalización, atención comunitaria y democratización de los servicios actuales.
“Muchas veces se dice que los psiquiatras no apoyamos la Ley 26.651, que somos resistentes a los cambios que propone y no es así. Somos muchos los trabajadores de la salud que queremos que esta transformación se dé”, expresó la médica psiquiatra Graciela Natella.
Junto a otros profesionales y personas de la sociedad civil, Natella conformó a fines del año pasado la Asociación de Psiquiatras y Adherentes por los Derechos Humanos (APADH) cuyo objetivo es visibilizar el apoyo de este sector a esta norma, así como trabajar para su implementación.
«Esta asociación de psiquiatras y no profesionales que apoyan la le ley es muy importante porque la normativa es muy buena pero fue impulsada sobre todo por sectores del derecho», señaló el psiquiatra italiano, Franco Rotelli, Presidente de la Conferencia Permanente por la Salud Mental en el Mundo.
Rotelli, uno de los responsables del proceso de desinstitucionalización de Italia, concretamente del cierre del Hospital Psiquiátrico de la localidad de Trieste, opinó que «esta transformación es impracticable si los psiquiatras y profesionales de la salud no la incorporan y ayudan a crear los servicios que se necesitan».
En la misma línea, la Defensora General de la Nación, Stella Maris Martínez, afirmó que «es fundamental para el trabajo por la plena vigencia de la 26.651 que los profesionales de la salud hagan sentir su voz porque el mensaje que se difunde es que no están de acuerdo con la ley».
Martínez describió que «en el ámbito jurídico también hay resistencia, de hecho, se dice que hasta que no se reglamente no se puede implementar, pero entendemos que cuando una ley defiende derechos humanos se tiene que aplicar desde que se promueve».
En este camino, la Defensoría General creó ya un cuerpo de abogados que visita las instituciones psiquiátricas públicas y privadas para constatar que no haya internaciones sin consentimiento expreso del paciente.
«Hemos detectado un abuso en las internaciones sumamente largas para el tratamiento de las toxicodependencias fundamentalmente en los niños y jóvenes», detalló la Defensora, una de las oradoras de la apertura de la jornada realizada en el Senado.
Por su parte, la Directora Nacional de Salud Mental y Adicciones, María Matilde Massa, dijo: «No vamos a esperar a que reglamenten la Ley para aplicarla». Pero resaltó que se está que «trabajando fuerte para que se reglamente lo antes posible».
La funcionaria, también presente en el encuentro, dijo que «hay una tendencia a desvalorizar lo comunitario, como si fuera de menor calidad, pero esto es producto de quienes no quieren perder el pequeño espacio de poder que construyeron».
La intervención del presidente de la flamante organización APADH, Vicente Galli, se centró es concientizar a los psiquiatras sobre su protagonismo en las transformaciones que la Ley de Salud Mental promueve.
«Los paradigmas no se construyen hablando sino en contextos donde se transforma la realidad -expresó- y esto requiere de un compromiso individual y colectivo».
Con más de cincuenta años de experiencia, Galli advirtió que «el trabajo en la comunidad es mucho más complicado que el que se realiza en un hospital monovalente porque en la comunidad uno es un par al servicio de los demás».
«Estoy muy emocionada de compartir esta mesa porque quiere decir que se nos empieza a escuchar, que se dan cuenta que nuestra voz también es autorizada», señaló por su parte Liliana Cabrera, Presidenta de la Red de Familiares, Usuarios y Voluntarios en Salud Mental (FUV).
Cabrera recordó que «años atrás cuestionábamos ciegamente a los psiquiatras porque medicaban a nuestros hijos sin decirnos por qué o para qué, con lo años conocimos que había otros profesionales que trabajan de otra forma».
Sin ocultar su emoción pero con firmeza, la referente de FUV dijo que «todavía no llega la atención a los barrios más pobres, cuesta sacar al profesional para que vaya a la casa del paciente, hay pocos servicios en los hospitales generales y no se han creado nuevos dispositivos».
«Sin embargo, que los profesionales se junten para hacer las cosas de otro modo, y que se nos invite a intercambiar saberes a los familiares y usuarios de la salud mental demuestra que estamos en el camino del cambio», concluyó.
Durante la jornada, que comenzó a las 8.30 y se extendió por diez horas, trabajadores de la salud, juristas, autoridades nacionales y provinciales y referentes de organizaciones compartieron experiencias de distintos puntos del país e internacionales.