La reconocida revista científica británica The Lancet, publicó su segundo número de febrero un estudio realizado por el Instituto Nacional del Cáncer (INC), sobre los efectos de la implementación de la autotoma de la prueba del virus del papiloma humano (VPH) en la provincia de Jujuy, que indicó que es posible cuadruplicar la cobertura de los controles y que la estrategia puede ser efectiva para aumentar las posibilidades de evitar el cáncer cervicouterino asociado a este patógeno, detalló un comunicado del Ministerio de Salud de la Nación.
La investigación incluyó a más de 6.000 mujeres mayores de 30 años divididas en dos grupos. Uno de ellos, el de intervención, estuvo conformado por 3.049 integrantes que recibieron en sus hogares a los trabajadores de salud comunitaria quienes les explicaron y ofrecieron el test de autotoma de VPH. Las integrantes del grupo control, de 2.964 mujeres, en cambio tuvieron la visita de los agentes sanitarios quienes les informaron sobre las necesidades de los controles que podían hacer en los hospitales pero no contaban con la opción de autotoma.
Según el trabajo, el primer grupo mostró una alta adherencia a la autotoma y el 86% accedió a alguna prueba de VPH en los 6 meses posteriores a la visita de los agentes sanitarios, mientras que en el grupo control sólo lo hizo el 20% en el mismo plazo.
“Lo que hemos visto en los estudios es que existen barreras de distinto tipo en el acceso al test de tamizaje”, señaló la investigadora principal del proyecto y coordinadora científica del Programa Nacional de Prevención de Cáncer Cervicouterino, Silvina Arrossi. Entre estos obstáculos se incluyen el pudor que pueden sentir algunas mujeres para hacerse el estudio con un ginecólogo; los problemas logísticos u organizativos (el horario del trabajo, el cuidado de los hijos); la distancia y la dificultad para concurrir a un hospital y la falta de dinero, entre otros. “Todas esas barreras desaparecen cuando el agente sanitario lleva la autotoma a las casas de las mujeres”, afirmó Arrossi.
Además, la investigación mostró que existen muy pocos problemas logísticos con esta prueba ya que sólo entre el 1 y 3% de las voluntarias que realizaron la autotoma no pudieron ser estudiadas por VPH. La investigación también indicó que la prueba en las casas puede ser ofrecida tanto por trabajadores sanitarios mujeres como varones ya que obtuvieron resultados similares.
De acuerdo con el INC, los resultados positivos de la implementación de la autotoma para VPH permitieron en el 2014 extender esta prueba en toda la provincia de Jujuy que durante ese año alcanzó a más de 8.000 mujeres. Arrossi aseguró que “esta estrategia permite a la mujer que no tiene acceso, es decir, a la más vulnerable, alcanzar un derecho de salud que es la prevención del cáncer cervicouterino”.
Desde el año 2011 el INC implementa en la provincia de Jujuy el Test de VPH como tamizaje primario, que convirtió a la Argentina en uno de los países pioneros en Latinoamérica en la introducción de una nueva tecnología que detecta la presencia de ADN de VPH de alto riesgo oncogénico en las células del cuello del útero. Durante los años 2012 y 2013 el Programa Nacional de Prevención de Cáncer Cervicouterino (PNPCC) de la cartera sanitaria nacional, el Ministerio de Salud de Jujuy y la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) llevaron a cabo el Proyecto EMA (Evaluación Modalidad Autotoma) con el propósito de evaluar la implementación de la autotoma del test de VPH en la mencionada provincia.
Los resultados del Proyecto EMA fueron presentados en la revista mensual especializada en salud global The Lancet Global Health. “A partir de la publicación del estudio, recibimos llamados de Guatemala, Honduras, Paraguay Bolivia para que vayamos para contar la experiencia”, comentó Arrosi.
En la Argentina surgen 5.000 nuevos casos de cáncer de cuello de útero y 1.800 mujeres mueren por año, según datos del Ministerio de Salud de la Nación. Afecta principalmente a las mujeres entre 35 y 64 años.