El Ministerio de Salud de la Nación editó una guía para el tratamiento de la adicción al tabaco en la que recomienda basarse en páginas web, programas de computación y mensajes de texto por teléfono celular, aislados o en combinación con otras alternativas, como herramientas para apoyarse con el fin de dejar el cigarrillo.
La Guía, difundida al cierre del sexto Congreso Argentino «Tabaco o Salud» efectuado el último fin de semana en Córdoba, asegura que la utilización de sms y sitios online para apoyar a las personas que dejan de fumar «es un sistema efectivo en la población adulta», informó la cartera sanitaria en un comunicado.
El documento desalienta el uso de técnicas «con poca evidencia científica como el cigarrillo electrónico, la acupuntura y el láser» y contiene capítulos especiales para tratar la adicción en embarazadas y en pacientes psiquiátricos.
Incorpora además «el estilo motivacional del profesional en la atención de las adicciones» y destaca la participación activa de un equipo de salud con el paciente, ya sea por breves minutos o con intervenciones intensivas especiales, grupales o individuales».
También recomienda el uso de líneas telefónicas con llamadas de seguimiento como único tratamiento conductual o como apoyo al equipo de salud, ya que «se aumentan las tasas de cesación y son de amplio acceso».
Precisa que el cambio de conducta es «importante» para superar la adicción al tabaco y recomienda el uso de fármacos (parches, chicles, caramelos y spray de nicotina, Bupropión y otras) «porque aumentan significativamente las tasas de cesación tabáquica».
La Guía asegura que tratamientos farmacológicos con benzodiacepinas, betabloqueantes, citisina o acetato de plata «tienen insuficiente efectividad» y que existe «evidencia de ineficacia» en las terapias con inhibidores de la recaptación de serotonina, naltrexona o mecamilamina.
Tampoco recomienda el uso de propuestas como el cigarrillo electrónico, glucosa, acupuntura tradicional, electroestimulación, bioinformación (biofeedback) y de privación sensorial «con poca evidencia de eficacia» .
Advierte además que el láser y la hipnosis «no superan al efecto placebo» y desaconseja las terapias aversivas (fumar un cigarrillo tras otro para generar rechazo) porque si bien tienen alguna eficacia, «su uso ocasiona alta exposición al humo de tabaco».
Además desarrolla una sección para embarazadas, en la que sugiere alertar sobre el daño, usar cuestionarios especiales para preguntar de modo comprensivo y efectivo si la mujer fuma.
También recomienda -si está disponible- la medición de monóxido para concientizar la llegada de este gas tóxico al bebé.
En el capítulo de enfermedad psiquiátrica ofrece más evidencia de cómo ayudar en depresión y abuso de sustancias, entre otros.
La Guía articula «las estrategias de cesación tabáquica con los servicios de salud existentes», destacó el Ministerio y esta disponible en la página web www.msal.gov.ar/ent.
El documento fue impulsado y redactado por la Dirección de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades No Transmisibles, contó con un equipo propio para su elaboración, y con el aporte de un panel de consenso de veinticuatro profesionales de distintas especialidades de todo el país.
La cartera sanitaria destacó que la Guía «siguió los lineamientos del Programa Nacional de Garantía de Calidad de los Servicios de Salud y de la ‘Guía para la Adaptación de Guías de práctica clínica’, elaborada en 2008 por la cartera sanitaria y la Academia Nacional de Medicina»
“El propósito es contribuir a la disminución del tabaquismo, facilitándole a los profesionales las herramientas necesarias acerca de los tratamientos para ayudar a la persona que fuma», dijo Mario Virgolini, coordinador del Programa Nacional de Control del Tabaco y del Plan Nacional Argentina Saludable.
Las recomendaciones «están basadas en la mejor evidencia disponible y adaptadas al marco local, y contribuirán a la recuperación exitosa de las personas adictas al tabaco?, puntualizó el funcionario.