Las redes sociales como Twitter fueron más rápidas que las fuentes tradicionales de detección del brote de cólera que se produjo en Haití tras el terremoto de 2010. Así lo dice un reciente estudio que apunta a que pueden ser una herramienta para el futuro.
Este trabajo, publicado en American Journal of Tropical Medicine and Higiene, es el primero en demostrar que el uso de los datos de medios «informales» de comunicación en el control de un brote de una enfermedad como esta, en un entorno con recursos limitados, puede ser efectivo. La investigación fue llevada a cabo por científicos del Hospital Infantil de Boston y la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard.
Los resultados, según sus autores, muestran que estas fuentes pueden ayudar a recopilar datos y tomar decisiones casi en tiempo real durante los brotes mortales, mucho antes que los métodos tradicionales de vigilancia, que se basan en encuestas de hospitales y clínicas de salud.
La doctora del Hospital Infantil de Boston, Rumi Chunara, autora principal del estudio, analizó con su equipo la cobertura que se hizo de la epidemia que afectó a medio millón de personas y causó la muerte a más de 6.500 haitianos. Recopilaron datos de diferentes fuentes desde blogs, medios de comunicación y grupos de discusión, durante los primeros 100 días del brote.
En total recogieron 4.697 informaciones y 188.819 mensajes de Twitter utilizando una herramienta informática denominada HealthMap y observaron que siguiendo de manera general la información podían hacer una evaluación aproximada de la evolución de la enfermedad utilizando esas fuentes «informales», incluso proyecciones.
«Cuando analizamos las noticias y los mensajes de Twitter desde los primeros días de la epidemia en 2010, nos pareció que podían ser utilizadas para obtener información valiosa sobre el brote de cólera», explica Chunara, ya que su equipo detectó que la información estaba disponible «hasta dos semanas antes de los informes de vigilancia expedidos por el ministerio de Salud».
Los expertos descubrieron además que las estimaciones que hicieron basadas en esas fuentes fueron muy similares a la que difundieron posteriormente los informes oficiales.
En este sentido señalan que los esfuerzos de vigilancia de enfermedades a menudo no están disponibles en la misma semana y creen que la técnica que emplearon podría aplicarse eventualmente en todo el mundo como una forma «asequible y eficaz» para detectar rápidamente una epidemia e intervenir con antibióticos.