El organismo de inspección alimentaria del Reino Unido (FSA) ordenó el cierre de un matadero y una empresa en la que se procesaba carne, a raíz del escándalo por la detección de carne equina en hamburguesas y otras comidas.
Un matadero en el condado de Yorkshire, en el norte del Inglaterra, está bajo sospecha de haber entregado carne de caballo a una empresa de Gales, donde se estima que la procesaba para la elaboración de hamburguesas y kebabs (plato árabe a base de carne), según informó la agencia alemana DPA.
Las policías e inspectores de sanidad se incautaron de el alimento, documentos y listas de clientes.
Las autoridades investigan cómo pudo acabar la carne de caballo en comestibles precocinados en cuyo packaging se afirma que están elaborados con carne vacuna.
La compañía de productos congelados Findus y las cadenas de supermercados Tesco y Aldi fueron obligadas a retirar productos etiquetados como vacuno, después de que las pruebas determinaran que contenían hasta un 100% de carne de caballo.
Un portavoz de la FSA subrayó que en el Reino Unido es legal matar equinos para el consumo, pero lo ilegal es que se la estaba vendiendo como si fuera de vacuno. Ese país suele exportar la carne de caballo, en especial a Italia y Francia.