Renzo Salvatore Antonelli, el niño correntino que fue trasplantado del corazón hace dos meses tras sufrir una grave miocardiopatía, se encuentra «muy grave» después padecer una serie de paros cardíacos en los últimos días.
Jorge Ramos, el abuelo del niño, contó que la familia está esperando «un milagro» porque si bien Renzo evolucionó tras los paros cardíacos, su estado es muy grave y podrían quedarle secuelas neurológicas.
Los médicos del Hospital Garrahan, donde lo habían trasplantado, le realizaron estudios para determinar las causas del desmejoramiento del menor. No obstante, las primera revisiones señalan que la retención de líquidos podría ser la causa de los paros que tuvo y que le podrían dejar daños neurológicos.
«Se esta esperando como marcha la evolución, y habría múltiples consecuencias. Veremos como va a evolucionar. Su estado es muy crítico y estamos esperando los resultados», dijo y añadió que, «hay una leve mejoría y estamos esperando pero sigue luchando, y peleando».
En declaraciones a Radio Dos, de Corrientes, Ramos dijo que junto a Belén y Haroldo Antonelli, los padres de Renzo, aguardan los resultados de todos los estudios que son complejos. «Estamos esperando un milagro, los médicos, y nosotros lógicamente», concluyó.
El niño fue trasplantado el 2 de junio con éxito en una extensa intervención en el Hospital Garrahan, en el barrio porteño de Parque Patricios. Padecía una enfermedad que le impedía el normal desarrollo del miocardio, por lo que el músculo cardíaco no tenía fuerza para bombear sangre y oxigenar el resto del cuerpo.
Renzo había sido conectado a un corazón artificial en octubre de 2012 y desde entonces se encontraba primero en la lista de espera del Instituto Nacional de Donación de Órganos (Incucai) hasta que en la tarde del sábado apareció el corazón.
El correntino recibió el corazón de una niña de dos años que falleció luego de batallar por su vida en el Hospital Pediátrico Juan Pablo Segundo de la capital correntina, la misma ciudad de la que es oriundo el niño.