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Revelan que decesos de adolescentes superan la mortalidad infantil

El suicidio, la violencia y las heridas, las principales causas de muerte en adolescentes

Las tasas de mortalidad entre adolescentes han superado las de los niños más pequeños ya que un creciente número de jóvenes muere debido a la violencia o a heridas mientras que los esfuerzos para reducir la mortalidad infantil tienen más éxito.


Un estudio con datos de 50 países durante la segunda mitad del siglo XX halló que la mayoría de las muertes de la gente joven eran debidas a incidentes como accidentes automovilísticos o comportamiento imprudente, ya que la violencia y el suicidio también son causas clave de muerte.

Los hallazgos, publicados en la revista médica The Lancet, muestran la reversión de una tendencia histórica y son en parte un reflejo del éxito en la reducción de las tasas de mortalidad entre niños muy pequeños, indicaron los investigadores.

Pero la fuerte atención internacional puesta en reducir la mortalidad infantil no ha sido acompañada por esfuerzos similares en grupos de más edad, indicaron, aunque más de dos quintos de la población mundial se ubica en el grupo de edad entre cinco y 24 años.

«Estas tendencias probablemente continuarán ya que la mortalidad en niños menores de cinco años se espera que decline más, y la mortalidad vinculada con heridas se espera que aumente en los próximos 25 años», dijo Russell Viner del instituto de salud infantil del University College de Londres, quien encabezó el estudio.

“Particularmente tóxico”

Al comentar sobre los hallazgos, Michael Resnick de la Universidad de Minnesota en EEUU, quien no participó del estudio, indicó que el informe mostraba cómo «los profundos cambios sociales y de salud que han acompañado al desarrollo económico y la urbanización son particularmente tóxicos para los jóvenes, tanto en los marcos de altos ingresos como en los de bajos ingresos».

En un estudio en 2009 apoyado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), los investigadores encontraron que el 40% de las muertes adolescentes eran debido a heridas y violencia.

Frente a este contexto, Resnick indicó que los avances del progreso médico y la prestación de servicios no fueron suficientes para contrarrestar las amenazas a la salud que enfrentan los jóvenes debido al gran papel jugado por factores como las condiciones socioeconómicas, las oportunidades y acceso a la educación.

El equipo de Viner utilizó la base de datos de mortalidad de la OMS para analizar datos de 50 naciones ricas y pobres entre 1955 y 2004. Estudiaron los patrones de mortalidad por grupo de edad, sexo y causa de muerte, divididos en enfermedades infecciosas, enfermedades crónicas y lesiones.

Para hallar los cambios de la mortalidad, calcularon las tasas de muerte promediadas durante tres períodos de cinco años: 1955 a 1959, 1978 a 1982, y 2000 al 2004.

Los hallazgos mostraron que en la década de 1950, la mortalidad en el grupo de uno a cuatro años superaba por lejos al de todos los otros grupos de edad en todas las regiones estudiadas.

Pero en los 50 años que transcurrieron hasta el 2004, las tasas de muertes de los niños de uno a nueve años cayeron entre un 80 y un 93 por ciento, mayormente debido a las reducciones de muertes por enfermedades infecciosas.

En contraste, los declives de las tasas de muerte en el grupo de edad de 15 a 24 años eran sólo de cerca de la mitad que en los niños, mayormente debido a un aumento de las muertes relacionadas con heridas, en particular en hombres jóvenes.

Los investigadores hallaron que al comienzo del siglo XXI, las heridas – como las de incidentes colisiones de autos y violencia callejera o de pandillas – eran responsables del 70 al 75% de todas las muertes de hombres jóvenes de 10 a 24 años de edad en todas las regiones estudiadas.

En el 2004, el suicidio y la violencia eran responsables de entre un cuarto y un tercio de las muertes de hombres jóvenes entre 10 y 24 años, y las tasas de muerte de hombres jóvenes de 15 a 24 años de edad son ahora tres veces más altas que en niños con edades entre uno y cuatro años, indicaron.

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