Si el trabajo que realizan en todo el mundo los 13 millones de voluntarios de la Cruz Roja y la Media Luna Roja tuviera que pagarse, costaría u$s 6.000 millones, según el primer estudio realizado por la entidad para evaluar esta actividad.
El informe calcula por primera vez la proporción entre el número de empleados de la Federación Internacional de Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja y el número de voluntarios que dan «al menos cuatro horas de su tiempo por año», que se cifra en 20 activistas gratis por cada asalariado.
Esta proporción alcanza proporciones mucho más elevadas en las dos regiones del mundo menos desarrolladas: un empleado por cada 327 voluntarios en África, y un contratado por cada 432 voluntarios en el Sudeste Asiático.
«En Asia y África hay una cultura muy extendida de la ayuda comunitaria, y lamentablemente las personas están muy acostumbradas a que ocurran catástrofes, y dar lo poco que tengan para mejorar la situación«, explicó Susie Chippendale, una de las coordinadoras del informe.
Por regiones, de los 13 millones de voluntarios, 3,1 millones provienen del Este de Asia; 2,8 del Sudeste Asiático; 2,7 millones del Asia del Sur; 1,4 de África Subsahariana; 1,3 de Europa; 710.000 de Estados Unidos y Canadá; 527.000 del Magreb y Oriente Medio; 217.000 de Europa de Este y Asia Central; 165.000 de América Latina; 72.000 del Caribe; y 54.000 del Pacífico.
Por sectores, el 36% de los voluntarios colaboran en el sector sanitario; el 27% en la respuesta, gestión y preparación para desastres; el 12% en la inclusión social; y el resto se dividen en un variado número de actividades.
El objetivo del informe no es sólo conocer el costo real del voluntariado, sino influir en los gobiernos para que reconozcan la utilidad e importancia de los voluntarios por su trabajo, como indicador económico para el país y por los valores humanos que representan.
De hecho, la Federación lanzó en todo el mundo la iniciativa «busca el voluntario dentro de ti», en la que procura hallar nuevas formas innovadoras de voluntariado.
Asimismo, y aprovechando que 2011 es el Año Internacional del Voluntario y del Voluntariado, la Federación urge a todos los gobiernos que aún no lo hicieron a que hagan los cambios legislativos necesarios para que la figura del voluntario sea protegida.
«La figura del voluntario no está protegida en la mayoría de países, no están asegurados, no existe un reconocimiento oficial de su estatuto y eso les deja a ellos y a sus familias desamparados en el caso de que les suceda algún accidente», explicó Pierre Kremer, jefe de comunicaciones de la Federación.