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Terapia celular busca prevenir rechazos en trasplantes

Los expertos recogieron células T y las cultivaron en un laboratorio con ayuda de un remedio genérico

Un tratamiento con células para impedir que nuevos órganos sean rechazados sin necesidad de ingerir fármacos inmunológicos de por vida se muestra prometedor en ratones y podría hacer más fáciles los trasplantes humanos en el futuro, dijeron científicos.

En caso de ser desarrollado para humanos, el proceso inyectaría a los pacientes de trasplante con sus propias células inmunológicas luego de que fueran removidas y se les «enseñara» en un laboratorio a no rechazar el nuevo tejido, señalaron los autores del estudio publicado en la revista Science Translational Medicine.

«Hemos desarrollado un nuevo enfoque para generar células llamadas células T reguladoras que pueden controlar el rechazo de tejido trasplantado en ratones», dijo Andrew Bushell de la Universidad de Oxford en Gran Bretaña, líder de la investigación.

 

Para muchos pacientes, recibir un órgano abre una nueva vida, pero también implica tomar fármacos llamados inmunosupresores -que tienen una amplia gama de efectos secundarios- por el resto de sus vidas, para asegurarse que el nuevo tejido no sea rechazado. Entre los principales medicamentos usados para tal fin están Neoral, Myfortic y Sandimmune de Novartis, Cellcept de Roche, Rapamune de Pfizer y Prograf de Astellas Pharma.

«Muchos grupos de investigación en todo el mundo están tratando de resolver este problema. Desarrollar mejores formas de evitar el rechazo en trasplantes es una gran necesidad clínica que no se ha logrado. Las células T reguladoras pueden brindar parte de la respuesta», dijo Bushell.

El equipo de Oxford, con colegas de otras universidades británicas y el Instituto Karolinska de Suecia, desarrolló su técnica al recoger células T humanas y cultivarlas en un laboratorio con un fármaco llamado cilostamide, así como células del tejido a trasplantar. Este remedio genérico, ampliamente usado en personas con problemas vasculares, bloquea una vía biológica y estimula el crecimiento de células T reg.

Al cultivar las células inmunológicas con otras del tejido donado, se enseña a las T-reg a reconocer el tejido donante y eso desactiva el rechazo.

Investigadores luego mostraron que las células humanas T reguladoras producidas de este modo pudieron también controlar rechazo de trasplante en un ratón experimental criado para tener un sistema inmunológico del tipo humano.

La investigación fue uno de tres estudios de la revista Science Translational Medicine de esta semana que reporta el progreso de potenciales tratamientos con células inmunes para impedir el rechazo de órganos.

Bushell dijo que aunque estas terapias con células están aún a años de distancia, los investigadores esperan poder comenzar ensayos con humanos dentro de 3 a 5 años. 

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