Las mujeres que trabajaron pasados los ochos meses de embarazo dieron a luz bebés con menor peso, según un estudio de la Universidad de Essex, en el Reino Unido, que reproduce el periódico inglés The Guardian.
Las conclusiones sugieren que las futuras madres deberían tomarse licencia entre los 6 y los 8 meses de gestación, ya que la diferencia, según el equipo, fue de 250 gramos entre las gestantes que decidieron reposar antes de ese período y las que continuaron con su actividad laboral.
Según el informe, los efectos del trabajo en el último mes del embarazo resultan tan perjudiciales para el feto como si la mujer hubiera fumado, ya que ambos afectan a su crecimiento en el interior del útero.
Para los resultados, los investigadores analizaron las costumbres de más de 17.000 gestantes que trabajaron durante su periodo de gestación y más de 1.300 niños. Otra de las conclusiones más llamativas es que el bajo peso asociado a trabajar en el último mes afecta más a las embarazadas más añosas.
Por último, el estudio recuerda que los bebés de lento desarrollo tienen más riesgos de sufrir consecuencias en su salud durante la niñez y la adolescencia.