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Un “hígado artificial” estabilizó a un paciente hasta su trasplante

Dos semanas atrás, un paciente de 67 años ingresó por una derivación al Hospital Italiano. Su cuadro distaba de ser alentador: una cirrosis descompensada a causa del virus de la hepatitis C, derivada en una insuficiencia hepática aguda sobrecrónica. La gravedad de la situación llevó a que el hombre se convierta en el primer usuario del dispositivo Prometheus, un sistema de soporte hepático que eliminó más del 50% de las toxinas de su sangre, lo que permitió mantenerlo con vida hasta la llegada del órgano, cinco días después.

 

Fresennius Medical Care, la empresa alemana que elaboró el artefacto, eligió que el Hospital Italiano sea el primero en tenerlo no sólo en el país, sino también en Sudamérica, según especificó el doctor Alejandro Gadano, jefe de Hepatología de la institución. En diálogo con DocSalud.com, el experto dijo que “si bien Prometheus puede ser apto para cualquier paciente con problemas hepáticos, los mejores candidatos son aquellos que están en lista de transplante, y en especial en aquellos con insuficiencia hepática aguda sobrecrónica”. El aparato reemplaza una de las funciones del hígado: la de transformar las sustancias tóxicas (producidas por el cuerpo o introducidas por fármacos) y volverlas inofensivas.

 

El uso de este sofisticado dializador hepático, en palabras de Gadano, “no representa ningún riesgo de transmisión de enfermedades”. Cada sesión, donde se elimina las toxinas de la sangre dura aproximadamente de seis a ocho horas.

 

“Se coloca el aparato en la vena femoral, que tiene un flujo elevado de sangre”, explicó el experto Luego de la extracción, el plasma pasa por cuatro filtros encargados de eliminar las toxinas, que circulan a través del torrente sanguíneo adheridas a una proteína llamada albúmina.

 

En el primer filtro, se separa la albúmina del resto de la sangre y es depurada de distintas sustancias tóxicas tales como la bilirrubina y los ácidos biliares. La propia albúmina del paciente, ya depurada, se reincorpora a la sangre, que ingresa al circuito de diálisis convencional.

 

En esta segunda parte del procedimiento, las toxinas solubles en agua (como el amonio) son eficazmente eliminadas a través del pasaje por un filtro de alto flujo. De esta forma se efectúa la eliminación secuencial de las distintas sustancias asociadas a la insuficiencia hepática.

 

La herramienta, que funciona como hígado artificial “no sólo evitó que el paciente falleciera antes de recibir su transplante, sino que también mejoró su situación clínica y llegó a la operación en mejores condiciones”, especificó Gadano.

 

Si bien un antecedente de la maquinaria en una fase de perfeccionamiento se empleó en otra paciente, es la primera vez que se usa el aparato en su versión evolucionada en un afectado por una hepatitis fulminante.

 

El tratamiento con el dispositivo Prometheus, que estará en la institución de manera permanente, es un eslabón más del Programa de Soporte Hepático Artificial del Hospital Italiano, presidido por el propio Gadano, junto con los doctores Pablo Argibay y Guillermo Rosa Diez.

 

El programa incluye una variedad de terapias con distintos equipos. La incorporación de la herramienta, en palabras del hepatólogo “permitirá disminuir la mortalidad de los pacientes en lista de espera”, en especial a aquellos con un cuadro muy grave en donde cada segundo cuenta.

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