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Vacuna contra el HPV: “Una inversión a largo plazo”

Queda por definir cuál de las dos vacunas disponibles en el mercado estará disponible en el calendario oficial

El pasado 9 de febrero, la presidente Cristina de Kirchner comunicó durante la presentación del Instituto Nacional de Medicina Tropical (InMeT), la incorporación de la vacunación contra el HPV al Calendario Nacional de Vacunación. Durante el anuncio expresó que esta decisión del Estado Nacional “tiene que ver con otra medida que fue la creación del Instituto Nacional del Cáncer que a su vez tiene que ver con la protección de género”.

 

Tras la mención, se estima que para fin de 2011 se hará efectiva la incorporación de la inmunización contra el HPV al CNV. Hasta entonces, según indicara a DocSalud.com el Viceministro de Salud Máximo Diosque, desde el Ministerio junto con el Consejo Nacional de Inmunizaciones (CONAIN) “se están estudiando los aspectos técnicos para la implementación de esta vacuna”.

 

Algunos de estos aspectos fueron revelados a través del anuncio de la Presidente, como es el caso de la edad en la que será indicada la nueva vacuna que coincide con otras tres inmunizaciones en el CNV (Hepatitis B, triple viral y triple bacteriana).

 

El Dr. Ricardo Ruttimann, Coordinador de la Comisión de Vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), indicó a este medio que la mayoría de los países que han incorporado esta vacuna la aplican a la misma población (mujeres de 11 años). Además agregó que “sin duda, la medida tiene un alcance muy importante desde el punto de vista de salud pública ya que el cáncer cervico-uterino es el segundo cáncer femenino más importante”. Cada año, en Argentina, hay más de 6.000 nuevos casos diagnosticados de esta enfermedad, de los cuales cerca de la mitad de estas mujeres pierde su vida (entre 2.500 y 3.000).

 

Más de un 99 % de los casos de cáncer cervical están ligados a infecciones de larga duración con los virus del papiloma humano de alto riesgo. Los genotipos de este virus con mayor prevalencia, no solo en Argentina sino también en el resto del mundo, son el 16 y el 18 que producen, según precisara el Dr. Ruttimann “entre el 70 y el 75 % de todos los cánceres de cuello uterino”.

 

Aspectos técnicos

 

Durante los próximos meses, los equipos de trabajo del Programa Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles del Ministerio de Salud y la CONAIN tendrán a su cargo la tarea de evaluar otros aspectos técnicos tales como el presupuesto que invertirá la cartera de salud y el tipo de vacuna a implementar para la nueva inmunización.

 

Respecto al presupuesto, según precisó Diosque, en un primer momento se calculaba una inversión anual de 25 millones de dólares para alcanzar al 100% del público objetivo (cerca de 400.000 niñas de 11 años) pero el número final de la inversióndependerá de los costos que maneje el Fondo Rotatorio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que es el ente a cargo de la compra de vacunas a los laboratorios”. Este es un mecanismo desarrollado por la OPS en 1979 que, por medio de un sistema de compras al por mayor, ha asegurado en las últimas décadas el suministro de vacunas para los programas nacionales de inmunización de América Latina y el Caribe a precios asequibles, permitiendo también la planificación ordenada de las actividades de inmunización.

 

El costo final de la compra de las vacunas podría reducirse notablemente a través de este mecanismo de la OPS pero, según advierten los especialistas consultados, deberán considerarse costos adicionales en la eventual implementación de la vacuna tales como las campañas de concientización, la propaganda y la capacitación de los recursos humanos.

 

Otro aspecto, relacionado con la elección del laboratorio proveedor de la vacuna y sus costos, tiene que ver con definir si la vacunación va a estar orientada exclusivamente a la prevención del cáncer de cuello de útero o si también será dirigida a la prevención de las verrugas genitales. Hoy existen 2 vacunas para prevenir el cáncer de cuello uterino. Una de ellas es Cervarix®, desarrollada por el laboratorio Glaxo SmithKline (GSK) y la otra es Gardasil®, de los laboratorios Merck Sharp & Dohme y ambas ofrecen protección contra los genotipos 16 y 18. No obstante, la vacuna de Merk Sharp & Dohme también previene contra los tipos 6 y 11 que producen verrugas genitales y displasias de bajo grado.

 

Por lo tanto, esta decisión de optar por una u otra, incide a su vez en el presupuesto ya que hay una gran diferencia de costo entre una vacuna y la otra. Aunque, en precio de mercado la vacuna GSK cuesta la mitad de la de Merk, tratándose de precios públicos “todavía hay que esperar a ver con qué precios se presenta a licitación cada laboratorio” señala el especialista de la SADI.

 

Por su parte, el Viceministro de Salud, definió la vacunación universal contra el virus del papiloma humano como “una inversión a largo plazo en salud” ya que recién dentro de 10 años tendremos los primeros resultados y dentro de 20 años habrá datos definitivos del impacto de esta medida”.

 

Sobre la vacunación y los estudios ginecológicos de rutina

 

Cualquiera de las dos vacunas (ambas tienen los genotipos 16 y 18), ofrecen entre un 70 y un 75% de protección contra este tipo de cáncer. A través de la vacunación (una serie de tres dosis a lo largo de seis meses) se protege a las mujeres de la infección futura por los tipos de alto riesgo de HPV que pueden dar origen al cáncer de cuello uterino.

 

Aunque la vacuna contra el HPV previene la infección por los tipos dominantes de HPV (16 y 18) no previene la infección por la mayoría de los otros tipos que también pueden causar cáncer cervical. Sobre este punto, el Dr. Ruttimann señala que “la vacuna no va a eliminar por completo el cáncer de cuello de útero, sino que van a haber otros genotipos que hoy son menos importantes y que en un futuro serían los únicos que causen este tipo de cáncer.”

 

Por lo tanto, independientemente de la vacunación, las mujeres de todas maneras deben realizarse las pruebas ginecológicas de rutina para la detección del cáncer cervical. Un Papanicolaou (Pap) puede detectar el crecimiento cervical anormal sin importar qué tipo de HPV fue la causa de que se desarrollara. Por esto, es importante para las mujeres hacerse periódicamente controles ginecológicos.

 

“Los países que han incorporado la vacuna mantienen el Papanicolaou como método de screening” señala el Dr. Ricardo Ruttimann y agrega que “el mejor programa de prevención de cáncer de cuello de útero es el que complementa los ambos métodos”.

 

La vacuna y la vacunación en otros países

 

En el continente ya hay algunos países que han decidido incorporar y llevan adelante la vacunación contra el HPV. De ellos, Panamá es el único país de América Latina que, hasta el momento, tiene incorporada esta inmunización de manera universal para toda la población de mujeres pre-púberes  a los 11 años.

 

Más al norte, Canadá y Estados Unidos también realizan estas prácticas mientras que México tiene incorporada la vacunación contra el VPH pero solo en algunos distritos. En Sudamérica, Perú aún continúa estudiando su incorporación.

 

La decisión de aplicar la vacuna de Merk o la GSK esta dividida y varìa según el país. Panamá, por ejemplo a optado por Cervarix® mientras que en Canadá y los Estados Unidos se aplica una u otra, dependiendo del distrito.

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