Tener un abuelo o abuela muy mayor o una madre que fue abusada en su juventud está vinculado a una mayor posibilidad de desarrollar autismo, según dos estudios publicados este miércoles en una prestigiosa revista psiquiátrica estadounidense.
El análisis realizado por equipos distintos aparece publicado en Journal of the American Medical Association (JAMA) Psychiatry, y añade más evidencias a anteriores investigaciones que señalaban influencias hereditarias y del entorno en los riesgos de autismo que se extiende a través de múltiples generaciones.
El estudio de los abuelos examinó los datos nacionales de casi 6.000 personas con autismo y 31.000 saludables nacidos en Suecia desde 1932. Encontraron que los hombres que tenían 50 años o más cuando tuvieron una hija eran 1,79 más propensos a tener una nieta con autismo, comparado con hombres que tuvieron niños cuando tenían entre 20 y 24 años. Mientras que los varones que tuvieron un hijo cuando tenían 50 años o más eran 1,67 más propensos a tener un nieto con autismo.
La investigación fue liderada por el Instituto de Psiquiatría del King’s College de Londres, el Instituto Karolinska en Suecia y el Instituto Queensland Brain en Australia.
La autora principal del estudio, Emma Frans, afirmó que los científicos ya conocían que la edad paterna es un factor de alto riesgo para el autismo, que afecta a uno de cada 88 estadounidenses y uno de cada 100 británicos.
«Este estudio va más allá y sugiere que la mayor edad de los abuelos es también un riesgo para el autismo, lo que sugiere que los factores de riesgo de la enfermedad pueden aumentar a través de las generaciones», afirma Frans.
Avi Reichenberg, coautor del estudio y profesor del Instituto de Psiquiatría del King’s College, precisó que el riesgo añadido era «pequeño» pero que las conclusiones del estudio son «importantes para comprender la forma compleja en que se desarrolla el autismo».
«Tendemos a pensar en términos de aquí y ahora cuando hablamos del efecto del entorno en nuestro genoma. Por primera vez en psiquiatría, mostramos que la elección del estilo de vida de tu padre y de tu abuelo puede afectarte», afirmó Reichenber.
La investigación sugiere que en el autismo, una combinación de factores genéticos y medioambientales, las mutaciones de los genes podrían saltar una generación.
El segundo estudio fue realizado por investigadores de la Escuela de Salud Pública de Harvard (HSPH) y se basa en datos del Health Study II de las enfermeras de Estados Unidos.
La investigación examinó datos de 451 madres de niños con autismo y más de 52.000 madres de niños sin la enfermedad.
«Notablemente, las mujeres expuestas a mayor nivel de abuso emocional o físico, lo que suponía un cuarto de las mujeres en nuestro estudio, tenían un 61,1% más riesgo de tener niños con autismo comparados con mujeres que no sufrieron abusos», afirmó la investigación.
La principal autora Andrea Roberts, investigadora asociada en el departamento de ciencias sociales y del comportamiento del HSPH afirma que las conclusiones apuntan a un «completamente nuevo factor de riesgo para el autismo».
«Más investigación para determinar cómo la experiencia de abuso en una mujer es asociada con autismo en sus hijos podría ayudarnos a entender mejor las causas del autismo e identificar factores de riesgo prevenibles», afirmó.