Cada vez hay más adolescentes con problemas de audición por la contaminación sonora en recitales y altos volúmenes en la escucha de auriculares, mientras los adultos mayores tienen más posibilidades de recuperarla debido al desarrollo y facilidad de acceso a los implantes cocleares, aseguraron hoy especialistas.
En tanto, el diagnósticos precoz en la infancia puede prevenir la sordera y niños con dificultades severas pueden recuperar totalmente la audición. «La exposición a la música de altísima intensidad es actualmente la principal causa de los problemas de audición adquiridos», aseguró el otorrinolaringólogo, docente e investigador Vicente Diamante, tras enfatizar que «hoy estamos asistiendo a una generación de jóvenes sordos por el ruido».
El especialista, titular de la Fundación de Otorrinolaringología y miembro de la Sociedad Americana de Otología, precisó que la hipoacusia se puede producir fundamentalmente por causas genéticas o ambientales y que mientras antes había una hipoacusia profesional, de gente que trabajaba expuesta al ruido, ahora se ha diseminado fundamentalmente entre los jóvenes.
En este sentido, el especialista Eduardo Hoscman, jefe de Otología de la División de Otorrinolaringología del Hospital de Clínicas, coincidió en que «hay un crecimiento de gente que tienen dificultades en el oído, estamos viendo actualmente jóvenes con oído de ancianos por la exposición al trauma acústico«.
Otra alta incidencia de dificultades en la audición se produce con la edad, ya que después de los 65 la pérdida se va acentuando. La recuperación de la audición a través de un audífono o un implante coclear es central ante esta pérdida auditiva, porque el adulto mayor pierde, al escuchar menos, la capacidad cognitiva y va cayendo en un estado depresivo por la imposibilidad de comunicarse con su familia y amigos. «Esta pérdida de la audición, que lleva a una sordera profunda o severa, va a tener gran influencia en la aparición de la demencia», resaltó Diamante.
El implante coclear, un dispositivo médico electrónico que sustituye la función del oído interno dañado y permite recuperar la audición, se utiliza según el grado de pérdida auditiva bilateral y «resuelve totalmente la sordera», enfatizó Diamante.
Actualmente «se ampliaron las indicaciones del implante coclear, o sea que se indica en casos de sorderas severas, no solamente en profundas, y además se extendieron las edades», agregó. Los implantes se realizan sin límite de edad, a niños desde 1 año hasta a personas de 90 si tienen un buen estado de salud.
Ambos especialistas destacaron que en Argentina la discapacidad auditiva profunda bilateral está incluida dentro del Programa Médico Obligatorio (POM) por lo que el Estado se hace cargo de toda la cobertura de los implantes cocleares.
Hocsman precisó que el país es uno de los pocos en el mundo donde se realiza el implante coclear gratis en hospitales, y lo cubren las obras sociales y las prepagas, y destacó que se realizan «alrededor de 1.200 implantes por año, más que en Brasil».
Para la realización de un implante coclear «el paciente tiene que tener una sordera severa o profunda con pobre rendimiento del audífono», afirmaron los expertos.Diamante precisó que «el equipo de implantes es de altísima tecnología, la cirugía no es compleja por eso lo toleran los chicos muy pequeños y adultos mayores», y resaltó que con esa herramienta «es la primera vez que el hombre puede sustituir a un sentido».
«Nosotros vemos todos los días gente de cuarta edad (más de 80 años) que viene a buscar la posibilidad de vivir porque el sordo vive en un mundo totalmente bloqueado, muchos vienen a buscar la solución del implante desesperados», enfatizó.
En tanto, frente a las causas genéticas que se pueden manifestar en el nacimiento o en el transcurso de la vida, «es muy importante diagnosticarlas en forma temprana con el «screening» auditivo universal obligatorio», que es un simple examen que permite averiguar si un bebé oye bien o tiene alguna dificultad.
Esa medición «se está cumpliendo en gran medida y ha hecho que la edad del diagnóstico de una hipoacusia profunda bilateral en un niño se haya reducido desde los tres años de edad a los 3 meses de vida», expresó Diamante. El experto precisó que en niños, «la ventaja del implante es que llegan a desarrollar el lenguaje casi en forma simultánea a los que tienen una audición normal, y van a tener un desarrollo normal».
Los datos estadísticos revelan que la discapacidad auditiva afecta a 360 millones de personas en el mundo, y que entre ellos 70 y 80 millones la sufren en forma severa o profunda, en tanto en Latinoamérica son 30 millones los que tienen alguna pérdida auditiva y 5 millones una pérdida pasible de un implante coclear, dijo Hocsman.