Se puede salvar una vida al ritmo de «La Macarena» si se sigue el tempo de la canción al realizar un masaje cardiaco, informaron doctores de la Universidad de Barcelona en el congreso Euroanaesthesia en Copenhague.
Según los resultados provisionales del estudio, así se mejora la calidad de esta maniobra, pero también ayuda recurrir a una app que marque el ritmo.
Aunque un masaje potente no consigue que el corazón vuelva a latir, sí hace que la sangre siga circulando mínimamente. Para ello hay que comprimir el corazón un mínimo de 100 veces por minuto.
Para su estudio el equipo de Enrique Carrero Cardenal, del Hospital Clínico de Barcelona, eligió a 164 estudiantes de medicina de la Universidad de Barcelona y los dividió en tres grupos. Cada uno utilizó un método diferente para realizar un masaje cardiaco a un muñeco: el grupo de control no obtuvo ninguna ayuda, el segundo utilizó una app que marcaba un ritmo de 103 golpes por minuto y el tercero siguió el ritmo de «La Macarena».
Según explicó Carrero Cardenal, tanto en el grupo de la app (91%), como el de «La Macarena» (74%) fue donde más estudiantes consiguieron alcanzar la frecuencia ideal de entre 100 y 120 compresiones por minuto, frente al 24% del grupo de control.
En general el grupo de la app obtuvo los mejores resultados, pero empezó más tarde, ya que primero los estudiantes tuvieron que abrir la app. Mientras que para empezar inmediatamente con la reanimación, cantar mentalmente la canción es la mejor opción.
El estudio de los doctores españoles no es el primero que propone un éxito musical para seguir el ritmo durante la reanimación: en Estados Unidos se recomendó hace ya tiempo el tema «Staying Alive» de los Bee Gees.