El Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI) desestimó la solicitud de patente para el medicamento antirretroviral tenofovir-emtricitabina (TDF-FTC, conocido por su nombre comercial Truvada®) presentada por la compañía farmacéutica multinacional Gilead. La decisión fue tomada en noviembre de 2016 pero puesta recientemente a disposición pública.
La Fundación GEP -organización sin fines de lucro que trabaja para mejorar la calidad de vida de las personas que viven con VIH/SIDA informó a través de un comunicado que participó en el expediente mediante la presentación de una oposición a la patente en abril de 2015, remarcando que la solicitud no cumple con los requisitos legales para que la patente sea concedida.
“GEP argumentó y probó que Gilead pretendía reivindicar una combinación de dos principios activos conocidos que ya habían tenido patente y que conforme la normativa vigente no es patentable”, siguió el texto de la ONG.
La justificación de los examinadores del INPI para la desestimación de la solicitud de Gilead ocurrió porque “no se adecúa a los requisitos legales y reglamentarios” para merecer una patente y “lesiona el artículo 6e” de la Ley de Patentes argentina ya que «No se consideran invención los métodos de tratamiento».
Con argumentos similares, poco después de la decisión del INPI se rechazó la patente sobre Truvada en Brasil en enero de este año.
Truvada es un medicamento importantísimo en la respuesta al VIH/SIDA en nuestro país, donde aproximadamente el 50% de las personas bajo tratamiento tienen a esta combinación de drogas como parte de su esquema.
Por esta razón, de acuerdo a estudios de 2015, Argentina invierte por año en esta combinación la suma de 102.953.203 (us$ 12.054.528), el equivalente a 23% del presupuesto anual que la Dirección Nacional de SIDA (DNSyETS) asignaba ese año para medicamentos.
Sin embargo, conforme la publicación “Untangling the Web” de la organización humanitaria internacional Médicos Sin Fronteras-MSF, se encuentra disponible en el mercado internacional la versión genérica de TDF+FTC a US$ 74 por persona por año lo que demuestra que el costo de producción de este medicamento es significativamente bajo, resaltaron desde GEP.
“En contraste, de acuerdo a la última compra pública registrada a Gador S.A. (licenciatario de Gilead en Argentina), nuestro país paga U$S 2797 por persona por año. Según estos datos, si el Programa Nacional comprara la versión genérica producida en India se podría ahorrar al Estado aproximadamente US$ 11.246.000 por año”, continuó el comunicado.-
“El desistimiento de la pretendida patente sobre Truvada significa una victoria a favor de la salud de nuestra población. Desde GEP estamos analizando otras solicitudes de patentes similares que Gilead busca en el país para hacerse sobre el monopolio de la combinación TAF (tenofovir + emtricitabina). A través de la estrategia del evergreening (solicitar varias patentes sobre los mismos productos) la industria sigue intentando hacerse del monopolio sobre esta combinación” expresó Lorena Di Giano, Directora Ejecutiva de GEP.
La posibilidad de adquirir o fabricar versiones genéricas del medicamento también tendría un impacto muy grande en políticas preventivas como el “PrEP” (Profilaxis Pre-Exposición, de acuerdo a sus siglas en inglés) recomendado por la Organización Mundial de la Salud y por Unicef en sus guías de tratamiento del VIH/SIDA, que consiste en que las personas VIH negativas tomen Truvada para reducir su riesgo de adquirir el VIH.
“Fundación GEP celebra la decisión del INPI de rechazar la patente sobre la combinación tenofovir+emtricitabina (TDF+FTC) frente al obrar abusivo de Gilead, que claramente intentaba apropiarse ilegítimamente de medicamentos que en tanto bienes sociales deben estar al servicio de la Salud Pública”, concluyó el texto.