La rehabilitación pulmonar consiste en un programa supervisado médicamente que incluye entrenamiento estructurado para hacer ejercicio, instrucción sobre la salud, modificación del comportamiento, asesoría nutricional y enseñanza de técnicas respiratorias para las personas que padecen ciertas enfermedades respiratorias crónicas o problemas pulmonares debidos a otras afecciones. La rehabilitación pulmonar busca mejorar el estado físico y psicológico de las personas con enfermedades respiratorias crónicas e instruirlas respecto a cómo establecer y mantener comportamientos que sean provechosos para su salud durante muchos años.
Beneficios de la rehabilitación pulmonar en casos de EPOC
La rehabilitación pulmonar es beneficiosa para las personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica, o EPOC. Se ha demostrado que reduce la dificultad para respirar, aumenta la función física y mejora la calidad de vida en general. Los estudios muestran que quienes empiezan la rehabilitación pulmonar dentro de los primeros tres meses desde la hospitalización debida a un problema por la EPOC corren un riesgo significativamente menor de muerte al cabo de un año, a diferencia de las personas que empiezan la rehabilitación pulmonar más adelante o de aquellos que no participan en ella. Cada vez surge más evidencia de que la rehabilitación pulmonar mejora los síntomas, la capacidad para hacer ejercicio y la calidad de vida de las personas que padecen afecciones como enfermedad pulmonar intersticial, asma, hipertensión pulmonar y fibrosis quística, así como de quienes se han sometido o van a someterse a una intervención quirúrgica debido a cáncer de pulmón, reducción del volumen pulmonar o trasplante de pulmón.
En qué consiste
La atención médica de la rehabilitación pulmonar la presta un equipo de profesionales de la salud pertenecientes a una gama de especialidades y áreas, entre ellos, neumólogos, terapeutas respiratorios y fisiólogos de ejercicio. Según las necesidades de la persona, el equipo de la rehabilitación pulmonar también incluye a expertos en enfermería, medicina física y rehabilitación, nutrición, psicología y psiquiatría, así como medicina del sueño.
Normalmente, la rehabilitación pulmonar se presta de forma ambulatoria o en un centro hospitalario y suele componerse de una a tres sesiones semanales, supervisadas y ofrecidas durante un período de 6 a 10 semanas.
Antes de empezar la rehabilitación pulmonar con los pacientes, el equipo de atención médica hará lo siguiente:
Determinar la capacidad para hacer ejercicio y medir la función pulmonar.
Revisar el historial médico y los tratamientos actuales.
Obtener información sobre el nivel actual de actividad física, salud mental y alimentación.
Establecer metas específicas que la persona participante en el programa debe alcanzar.
Usar esta información para crear un plan especializado que ofrezca la mejor atención médica para las necesidades de cada persona.
Aunque la rehabilitación pulmonar tradicionalmente se hace en una clínica o un hospital y bajo supervisión médica directa, cada vez es mayor la evidencia de que la rehabilitación pulmonar realizada desde el domicilio, especialmente el entrenamiento para hacer ejercicio, es seguro y posiblemente surte el mismo efecto. Ese tipo de rehabilitación domiciliaria puede ser más conveniente para los participantes. Además, la rehabilitación domiciliaria puede ser una buena alternativa para quienes no puede acudir regularmente a un centro debido a factores como compromisos laborales y restricciones para desplazarse de un sitio a otro. Muchos centros de rehabilitación pulmonar están esforzándose por establecer programas domiciliarios.
Ejercicios respiratorios
El entrenamiento para hacer ejercicio es el punto central de la rehabilitación pulmonar. El plan personalizado para el entrenamiento o la prescripción para el ejercicio se crean de forma individual para cada participante y generalmente se basan en la información recolectada en las pruebas de ejercicio realizadas antes de empezar el programa. El entrenamiento para hacer ejercicio combina el ejercicio aeróbico, como andar en la cinta caminadora o en bicicleta, con el fortalecimiento muscular y los ejercicios que mejoran el equilibrio y la flexibilidad; además, su función es mejorar la fuerza y el vigor, así como reducir la dificultad para respirar, el cansancio y la fatiga en los participantes en la rehabilitación pulmonar. El equipo de rehabilitación puede recomendar medicamentos para despejar las vías respiratorias antes de hacer ejercicio, o enseñar cómo adaptar la terapia habitual con oxígeno durante el ejercicio a fin de obtener el máximo beneficio. A medida que los participantes en la rehabilitación pulmonar se familiarizan con el programa de ejercicios y sienten más confianza al hacer regularmente los ejercicios, también se les motiva a realizarlos por su cuenta, sea en casa o en otro entorno como un gimnasio, además de en las sesiones supervisadas.
Igualmente, los participantes aprenden técnicas respiratorias específicas, como la respiración diafragmática, la respiración con labios fruncidos o la respiración del yoga. Estas técnicas ayudan a las personas con afecciones pulmonares a controlar mejor la respiración y a lidiar con situaciones estresantes para evitar sentir que les falta el aire, sobre todo cuando hacen ejercicio. En algunas situaciones, el equipo de la rehabilitación también puede solicitar que alguien participe en un entrenamiento específico de los músculos para la respiración. Ese entrenamiento sirve para fortalecer los músculos que participan en el proceso de la respiración y cuando las personas con enfermedades respiratorias lo realizan en combinación con el entrenamiento para hacer ejercicio, se ha visto que reduce la dificultad para respirar y mejora la capacidad de hacer ejercicio, comparado con solamente el entrenamiento.
Impartir instrucción y asesorar también son partes fundamentales de la rehabilitación pulmonar. Se puede instruir a los participantes en cómo tomar los medicamentos y controlar la enfermedad con más eficacia y, si corresponde, se puede desarrollar un plan para dejar de fumar; además, se puede hablar respecto a cómo modificar las tareas cotidianas a fin de minimizar la dificultad para respirar o evitar perder el aliento. Los programas de rehabilitación pulmonar también ofrecen apoyo individual o grupal para controlar mejor y aliviar la depresión y la ansiedad, así como para cambiar la alimentación y preparar la comida a fin de obtener beneficios de salud a largo plazo.
En general, la participación en la rehabilitación pulmonar es un componente crucial en el control de la EPOC. Considero que sirve para ayudar a la gente con afecciones pulmonares a controlar mejor los síntomas, acrecentar el estado físico y la capacidad de realizar las tareas cotidianas, además de mejorar al máximo posible la salud y el bienestar en general.