El mismo día en que la Organización Mundial de la Salud ratificó que el origen del coronavirus podría provenir de un animal y descartó que el virus haya surgido en un laboratorio, uno de sus referentes que realiza la investigación sobre el surgimiento de este virus en Wuhan opina que la transmisión del virus por cadena de frío “es una posibilidad y justifica una mayor investigación”.
Se trata de Peter Ben Embarek, jefe del equipo dirigido por la Organización Mundial de la Salud que investiga los orígenes de la Covid-19 en la ciudad de Wuhan.
Al hablar de “cadena de frio”, se refiere al transporte y comercio de alimentos congelados. Es que China ha alimentado la hipótesis de transmisión por esta vía. Sin embargo, Embarek, dijo que la investigación de casi un mes del equipo en Wuhan no había cambiado drásticamente el panorama del brote, pero que valdría la pena indagar si un animal salvaje congelado en un entorno de mercado con las condiciones adecuadas podría favorecer la rápida propagación del virus.
Con todo, según Embarek, los trabajos para identificar los orígenes del coronavirus apuntan a un reservorio natural en los murciélagos, pero es poco probable que estuvieran en Wuhan, la ciudad donde se identificó por primera vez el brote a finales de 2019.
Según constata la agencia Reuters, Embarek señaló que su equipo también estaba analizando si el virus ya circulaba antes de lo que se pensaba en un principio, y que se precisaba encontrar muestras de sangre para realizar más investigaciones.
El grupo investigador llegó a Wuhan el 14 de enero y, tras dos semanas de cuarentena, visitó puntos estratégicos como el mercado de mariscos de Huanan, donde se produjo el primer brote conocido, así como también el Instituto de Virología de Wuhan, que ha participado en la investigación.