En las épocas de bajas temperaturas y ante la aparición de los primeros días de frío invernal aumenta el riesgo de contraer algunas enfermedades respiratorias causadas por virus o bacterias que afectan sobre todo a los niños: gripe, faringitis, amigdalitis, otitis, laringitis, neumonía y bronquiolitis son algunas de las patologías más comunes que comprometen la salud de los más pequeños.
El riesgo de enfermar en esta época del año aumenta por diferentes motivos, uno de ellos es que las defensas naturales del cuerpo bajan y, por otro lado, ciertos virus, como por ejemplo el de la gripe, resisten al frío y pueden trasladarse con mayor facilidad de una persona a otra. “Un factor clave que facilita el contagio de estas enfermedades es la contaminación domiciliaria, provocada por la falta de ventilación, la permanencia prolongada en espacios cerrados y el contacto de los niños con personas infectadas” explica el Dr. Marcelo López Mariscal, Director Médico del Centro Médico OSPEDYC.
Síntomas más comunes
La bronquiolitis afecta, sobre todo, a niños menores de 2 años y comienza a manifestarse como un resfriado común.
Los signos y síntomas iniciales son catarro, congestión nasal, tos y fiebre leve que puede no estar presente. Cuando el virus avanza, se pueden comprometer las vías aéreas más pequeñas, generando la inflamación de los bronquiolos y provocando distintos grados de dificultad respiratoria.
Es muy importante que, si se observa respiración rápida, aleteo de la nariz, hundimiento entre las costillas al respirar, quejido respiratorio, rechazo a la alimentación o presencia de color azulado en la piel, uñas o labios, solicitar una consulta médica de urgencia de urgencia .
Mariscal menciona que al igual que ocurre con otras patologías, hay grupos de mayor riesgo, entre ellos los niños menores de 3 meses, los recién nacidos prematuros y aquellos que tienen problemas crónicos de salud, como cardiopatía y enfermedades pulmonares crónicas o autoinmunes.
Tratamiento para la bronquiolitis
No existe un tratamiento específico para este virus, la buena evolución de los pacientes dependerá del mantenimiento de una adecuada oxigenación y de las medidas de apoyo respiratorio que se adopten, como la suplementación de oxígeno mediante cánulas, mascarillas u otros métodos según indicación médica.
Además, se debe asegurar la correcta hidratación y alimentación del paciente, y el tratamiento de cualquier complicación que pudiera surgir en la evolución que dura aproximadamente unas dos semanas.
¿Cómo prevenirla?
Según explica el Doctor López Mariscal, las infecciones respiratorias frecuentes en niños pequeños, tales como la bronquiolitis, se pueden prevenir adoptando las siguientes medidas:
● Mantener la lactancia materna: se recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de edad y con una alimentación complementaria adecuada, hasta los dos años de vida.
● Cumplir con el Calendario Nacional de Vacunación.
● No exponer a los niños al humo del cigarrillo ni de braseros, estufas a leña o calefactores que puedan emitir monóxido de carbono.
● Higienizar frecuentemente con agua y jabón los elementos del bebé, como chupetes y juguetes, y las superficies donde se lo cambia y preparan sus alimentos.
● Practicar el lavado de manos frecuente tanto personal como de los niños y demás convivientes. Para reforzar la higiene se puede utilizar alcohol en gel.
● Ventilar los ambientes de la casa al menos una vez al día.
● Mantener alejados a los bebés de las personas que presentan síntomas de alguna enfermedad respiratoria.