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Consejos para acompañar a los niños en el aislamiento

El aislamiento preventivo y obligatorio transformó la vida de muchas familias. Sobre todo la de los más pequeños. (Foto: Pixabay)

“El aislamiento, el distanciamiento físico, el cierre de escuelas y lugares de trabajo, son desafíos que nos afectan, y es natural sentir estrés, ansiedad, miedo y soledad en estos momentos”, manifestó Hans Kluge, titular de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa.

El organismo, alertó sobre el impacto psicológico del aislamiento en aquellos países cuyos gobiernos decretaron aislamiento obligatorio con el fin de mitigar la propagación del coronavirus. En este marco, advirtió que los efectos producidos por los distintos tipos de cuarentenas, deberían ser atendidos con medidas “imaginativas”.

Los especialistas consideraron dentro del grupo de riesgo en lo que hace al impacto psicológico a las mujeres embarazadas, a los adultos mayores y a los niños. Al respecto, señalaron que son éstos últimos quienes “pueden experimentar ansiedad al ver que un familiar fallece o debe recibir tratamiento”, entre otras cuestiones.

Reorganizar la cotidianidad

“Es fundamental poder adaptarse a esta situación, sobre todo en el caso de familias con niños, ya que pasarán mucho tiempo en sus casas y esto obliga a reorganizar la cotidianidad”, analiza Victoria Montesdeoca, licenciada en psicología.

Uno de los aspectos que se consideran importantes es la construcción y sostenimiento de determinadas rutinas, que por un lado aporten y ayuden en la organización y dinámica de la familia, y a su vez les permita a los niños continuar con el funcionamiento al que estaban acostumbrados. También es clave que la situación actual sea vivida con el menor impacto posible”, agrega la profesional, especialista en niños y adolescentes.

Es recomendable que los niños tengan “un horario para levantarse y acostarse, establecer junto a los adultos tareas que puedan ser compartidas, lo cual sirve para fortalecer los vínculos y a la vez reorganizar el hogar de forma conjunta. También contemplar tiempos para realizar algún tipo de ejercicio físico a través del juego y, por supuesto, poder dedicarle tiempo a las tareas y al aprendizaje escolar”, continúa la especialista.

Ansiedad y estrés

La alteración de rutinas, como la suspensión de clases, la alta exposición frente a fuentes de información sobre el coronavirus y la condición de mayor nerviosismo en los adultos impacta fuertemente en la vida cotidiana de los niños. Esto puede generar cuadros de ansiedad y estrés en niños y niñas. Al respecto, Montesdeoca explica que “es importante entender que la ansiedad es una serie de mecanismos de respuesta que el cuerpo da ante señales que son consideradas de peligro. Estar en cuarentena genera preocupación en los chicos y por lo tanto es muy importante lo que el adulto le transmite en relación a la pandemia. Si los padres suelen tener expresiones negativas o catastróficas al respecto, el niño puede convertir lo que comenzó como una preocupación en miedo o estrés. Incluso, puede aparecer un estado de ansiedad”, aclara Montesdeoca y sigue: “es indispensabe brindarles calma y seguridad. De acuerdo a la edad se pueden acceder a diversas formas didácticas que permitan a los niños entender mejor la situación”.

Según la licenciada en psicología, con el paso de los días, en este estado de cuarentena es posible que comiencen «a aparecer demandas de atención, malestar y aburrimiento, lo que genera un cambio en el estado de ánimo de los niños. Por eso es recomendable realizar tareas del hogar, actividades y tener planes con fines recreativos. Lo ideal es construir eso con ellos, organizarlo en familia. Es fundamental, además, que los niños tengan su tiempo de ocio, donde puedan realizar libremente las actividades que deseen. De este modo sabrán que en el día a día habrá tareas para colaborar, entre todos, así como también tendrán su tiempo para aprender en familia y jugar solos si así lo desean”, aclara.

Según los especialistas, hay algunos indicadores de que el niño puede estar sintiendo ansiedad. Ellos son: taquicardia, nerviosismo, sudoración, también puede haber dolores de estómago. “Cuando un niño tiene ansiedad tiende a encerrarse en su mundo o, por el contrario, puede tener manifestaciones comportamentales como forma que tiene el cuerpo de expresar lo que no se puede verbalizar”, afirma Montesdeoca.

El desarrollo de rutinas pedagógicas en cada hogar es el principal consejo para continuar con los procesos de aprendizaje de niños y niñas en este periodo. Internet emerge como una solución a muchas dificultades de esta etapa de aislamiento y suspensión de clases. Ante esta situación, la web ofrece un sinfín de plataformas digitales para leer libros, museos virtuales, juegos interactivos, etc…

Recursos prácticos

Aldeas Infantiles SOS Argentina, organización referente en atención directa y personalizada a la niñez, lanzó un paquete de recursos prácticos para hacer con los chicos en casa. Contiene consejos prácticos y recursos útiles para prevenir la transmisión del virus, hablar y abordar la problemática con los niñas, niños y adolescentes, recomendaciones para hacer teletrabajo desde casa, y una guía de actividades recomendadas para entretenerse mientras dura el aislamiento social preventivo y obligatorio. Los materiales se van actualizando día a día. Se puede acceder a ellos de manera totalmente gratuita a través de su web www.aldeasinfantiles.org.ar y redes sociales.

“Atravesamos un momento muy especial en el país. Todos estamos ocupados en cuidarnos y cuidar a quienes nos rodean, especialmente a quienes son más vulnerables. Por eso, y consientes del compromiso social que tenemos, hemos elaborado esta información con la colaboración de expertos en desarrollo integral de niños y adolescentes”, explica la licenciada Alejandra Perinetti, Directora Nacional de Aldeas Infantiles SOS Argentina.

Entre otras actividades que los especialistas recomiendan para niños y adolescentes, desde la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura sugieren cocinar en familia. “El confinamiento es una oportunidad de cocinar en casa e incorporar a los niños y niñas en esta actividad, para que aprendan hábitos de consumo saludables desde pequeños”, expresan desde la entidad.

Al igual que Montesdeoca, Perinetti coincide en que “la comunicación estos días es fundamental, especialmente con los niños y adolescentes, para que puedan comprender la situación y no lo atraviesen con miedos y angustia”.

En tanto, la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires difundió una serie de recomendaciones para afrontar el aislamiento. El documento recomienda no sobreexigir a los niños con tareas. “Hay que tener presente que respetar la cuarentena es ya un esfuerzo en sí mismo y como tal es valioso. Hay que conversar en familia sobre el sentido altruista de las conductas responsables para que tengan sentido los esfuerzos”, reza el comunicado, que a la vez sugiere “solicitar ayuda a un profesional de la salud mental en caso de sentir nervios, tristeza o ansiedad”.

Adolescentes en las redes

Nicole Blachman tene 25 años, es psicóloga y, a partir del aislamiento obligatorio que indicó el Gobierno decidió crear una cuenta de Instagram (@psi.nblachman) para brindar sesiones gratuitas desde su casa. La demanda fue tan grande (tiene más de 5.000 seguidores) que se formó una red de psicólogos (ya son más de 30) y todos atienden -sin costo- a través del canal online.

“Soy voluntaria en diferentes servicios (hospital y fundaciones), pero cuando surgió esta situación me puse a pensar de qué manera podía ayudar sin irme de mi casa y entendí la importancia de las redes para transmitir lo que estaba haciendo y así tener más llegada a quien lo necesitara”, relata Blachman y cuenta que “la atención es apta para adolescentes y adultos. Para trabajar con menores de edad pedimos un consentimiento de los padres”, aclara.

Los colegios están vacíos, los padres trabajan -en muchos casos- desde sus casas. La mayoría de los adultos disponen de las herramientas para adaptarse a estos cambios radicales y prolongados en el tiempo. Los niños no pueden salir ni recibir amigos. «Hay que conterlos, atenderlos y acompañarlos», coinciden los especialistas.

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