El verano es el momento perfecto para que los chicos pasen más tiempo al aire libre. Las actividades de la época más cálida del año tienen muchos beneficios y, luego de un verano de distanciamiento social y cubrebocas, son una oportunidad de renovarse para un nuevo año escolar, hacer amigos y desarrollar habilidades sociales lejos del contexto académico.
Además, estos meses pueden ser particularmente beneficiosos para niños con dificultades de aprendizaje y comportamiento. ¿Cuáles son las principales ventajas a tener en cuenta?
Un impulso de vitamina D
“Una de nuestras principales fuentes de vitamina D proviene del sol, por lo que asegurarse de que los chicos pasen tiempo al aire libre puede aumentar su ingesta de esta vitamina crucial”, afirma la Dra. Sandra Berta, neuropediatra y Directora Científica de BANEDI. La vitamina D y la salud de los niños se han relacionado directamente: esta vitamina es importante para apoyar la función cognitiva, optimizar el metabolismo del calcio y el fósforo, prevenir la diabetes y la resistencia a la insulina, y mucho más.
“Además, se cree que puede haber una correlación directa entre el autismo y los niveles bajos de vitamina D. Por lo tanto, si un niño sufre de autismo o síndrome de Asperger, pasar tiempo al aire libre bajo el sol y aumentar sus niveles de vitamina podría tener un efecto positivo sobre los síntomas”, explica la especialista.
Desarrollo saludable
Cuando los niños pueden tomar decisiones durante sus actividades de juego, logran ver cómo se sienten con esas opciones. En el proceso, pueden desarrollar habilidades importantes, como manejar su frustración. Mantener el enfoque en una actividad también es una habilidad que los niños desarrollan con la práctica y es más probable que se involucren en una tarea que ellos mismos eligen y que perciben como un juego.
El juego de simulación, que involucra personajes y temas imaginarios, puede ser particularmente importante para el desarrollo de las habilidades sociales, la atención y la capacidad de los niños para ser conscientes de los pensamientos y sentimientos de los demás. Este verano pandémico es importante recuperar estas importantes actividades de juego imaginarias o de fantasía.
Beneficios de la naturaleza
Los espacios al aire libre brindan nuevos objetos con los que interactuar, estimulan la curiosidad, la capacidad de explorar y la creatividad. Las actividades al aire libre promueven la actividad física y con el ello el desarrollo motor y sensorial. Además el contacto con la naturaleza mejora el estado de ánimo y reduce la ansiedad.
Jugar para aprender
Las habilidades académicas de los niños (contar, reconocer letras, aprender palabras y leer) son importantes y fundamentales para el éxito escolar. Sin embargo, ante la ausencia de una educación formal, diversas investigaciones muestran que muchas de estas habilidades se pueden mejorar con un enfoque lúdico.