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Preservar la fertilidad: ¿una nueva tendencia?

Cada vez más mujeres "congelan óvulos" para elegir cuando quieren ser madres.

Llega una etapa «incómoda» en la vida de toda mujer sin hijos, en general, alrededor de 35 años, cuando el mundo entero está interesado en preguntarle “¿cuando llega el embarazo?”  esté o no en pareja… Y ahí vienen las decisiones…

Existe en la sociedad actual una tendencia mundial a postergar la maternidad, debido principalmente a motivos socioeconómicos, regidos por la necesidad de la mujer de alcanzar su desarrollo profesional. Esto tiene un impacto directo en la reproducción humana, debido a la disminución de la fertilidad femenina asociada a la edad. La criopreservación de ovocitos o conocida popularmente como “congelación de óvulos”, ofrece la oportunidad a estas mujeres de preservar sus óvulos hasta que planteen ser madres.

La criopreservación es un método mediante el cual los óvulos, son congelados a muy bajas temperaturas para disminuir sus funciones vitales, y poder mantenerlos sin que envejezcan por tiempo ilimitado hasta su futuro uso. Se trata de un procedimiento emergente y en evolución, con unos 20 años en carrera, y al cual desde el año 2012 la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva le ha quitado la etiqueta de «experimental».  Si bien el primer bebe nacido de óvulos congelados data de 1986, el uso más reciente de la vitrificación, una técnica de enfriamiento ultrarrápido, ha llevado a una mejora notable en la eficacia del procedimiento.  

Criopreservar óvulos no provee una garantía absoluta de tener luego un bebé en casa, y este es un concepto clave a transmitir. Existe el riesgo de una confianza equivocada en la eficacia de este procedimiento, así como desconocimiento científico sobre la salud de la descendencia a largo plazo o transgeneracional, aún son pocas las mujeres en el mundo que vuelven a los centros de fertilidad a usar sus óvulos congelados. Sin embargo, se trata de un procedimiento eticamente establecido que permite resguardar el potencial reproductivo para un futuro.

El éxito de la criopreservacion está intimamente ligado a la edad de la mujer. El pico de fertilidad en una mujer es alrededor de los 25 años, este, comienza a descender a los 30, más significativamente a partir de los 35 y luego de los 40 años distintos estudios demuestran que la probabilidad de embarazo disminuye abruptamente, con aumento de las tasas de aborto o recién nacidos con mayor incidencia de alteraciones cromosómicas. Es indispensable entonces, asesorar sobre el impacto que tiene la edad en el éxito del tratamiento. 

¿Hasta que edad es correcto congelar óvulos? Es una pregunta que despierta controversia en la literatura. Tanto la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (ASRM) como la Europea (ESHRE) toman como límite más adecuado hasta los 38 años, edad en la que se puede obtener un resultado promisorio.

La técnica nace originalmente para preservar la fertilidad en pacientes jóvenes con cáncer que debían someterse a quimio o radioterapia y presentaban riesgos de perder su fertilidad futura, sin embargo, actualmente es más utilizada por mujeres que deciden diferir electivamente su maternidad. Esta alternativa beneficia también a mujeres con insuficiencia ovárica primaria, aquellas que han sufrido alguna lesión traumática en los ovarios, transición de género planificada de mujer a hombre o eventos no anticipados como un nuevo matrimonio o la muerte de un hijo.

Haciendo un análisis de lo ocurrido en los últimos 7 años, la criopreservación de ovocitos corresponden al 2.5% del total de tratamientos de alta complejidad que se realizan en la institución. Realizándose un 75% por maternidad diferida electiva, un 17 % por causa oncológica y el resto a otras causas, en mujeres de 36,7 años de edad promedio.  

 

¿Cómo se realiza el tratamiento?

 

El objetivo de quienes hacemos medicina reproductiva, es difundir esta posibilidad, es alzar la voz para que sea la propia mujer quien solicite el test para evaluar su reserva ovárica, que la visita al ginecólogo sea una oportunidad para hablar de este tema. Visibilizar este tratamiento, implica derribar mitos, implica entender que la fertilidad en la mujer es finita, implica tener herramientas tempranas para pensar esta posibilidad como verdaderamente preventiva al inicio de los 30 y no como una opción perdida ya pisando los 40.

Como escenario futuro, la próxima frontera para la vitrificación de óvulos es el aporte que hará la genética reproductiva. Este proceso consiste en pruebas de ADN de cada ovocito para luego mantener sólo aquellos que sean normales, lo que aumentaría en gran medida las probabilidades de un embarazo exitoso.

*La doctora Pamela Nicotra (MN123756) es Especialista en Medicina Reproductiva.

 

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