La gripe es una de las clásicas enfermedades que prevalece durante el invierno. Comienza habitualmente en forma brusca y sus síntomas más frecuentes son:
• Fiebre alta
• Tos seca
• Dolor de cabeza
• Dolores musculares
• Decaimiento intenso
Dolor de garganta
• En los niños pueden presentarse también: problemas para respirar, vómitos o diarrea, irritabilidad o somnolencia.
El virus de la gripe se disemina con facilidad y la persona infectada contagia hasta siete días después de iniciados los síntomas. La transmisión se produce por:
• Gotitas respiratorias de la tos y el estornudo
• Contacto con superficies contaminadas (llevándose luego las manos a la boca o nariz)
Los grupos con mayor riesgo de sufrir complicaciones son:
• Menores de 5 años
• Mayores de 65 años
• Embarazadas en cualquier trimestre de la gestación
• Personas que padecen diabetes, obesidad, enfermedades cardiovasculares, renales, de hígado o pulmonares crónicas (incluida el asma)
• Personas con el sistema inmunológico comprometido (por infección con VIH, cáncer o tratamiento con inmunosupresores)
¿Cuáles son las complicaciones más temidas?
Estas complicaciones se producen con mayor frecuencia en los grupos de riesgo.
• Neumonía causada por el mismo virus (habitualmente dentro de los primeros días de la aparición de la enfermedad).
• Neumonía causada por bacterias como el neumococo (dentro de la segunda semana).
¿Qué se debe hacer si alguien se enferma?
El paciente debe permanecer en su casa, guardar reposo y evitar el contacto con otras personas, excepto para buscar atención médica.
Quienes poseen riesgo de padecer complicaciones deben consultar a su médico en forma precoz. La presencia de estos signos indica que es necesario recibir atención inmediata.
-En los niños:
• Respiración acelerada o problemas para respirar.
• Vómitos persistentes.
• Dificultad para despertarse, falta de actividad.
• Irritabilidad.
En los adultos:
• Dificultad para respirar o falta de aire.
• Dolor o presión en el pecho o abdomen.
• Mareos repentinos.
• Confusión.
• Vómitos persistentes
¿Cómo se puede prevenir la gripe?
La vacunación es la mejor herramienta de prevención. La trivalente: previene contra los virus A(H1N1), A(H3N2) y B, que son los que se prevé que circularán con mayor frecuencia este año.
¿Quiénes deben vacunarse?
Todas las personas con factores de riesgo deben inmunizarse anualmente, hayan tenido o no un tratamiento previo con antivirales. A partir de 2011, se incorporó la vacuna antigripal trivalente al Calendario Nacional de Inmunizaciones. Esta inoculación anual se brinda gratuitamente en hospitales y centros de salud públicos de todo el país a:
• Trabajadores de la salud
• Niños de entre 6 meses y 24 meses inclusive.
• Embarazadas, en cualquier momento de la gestación.
• Mujeres que tienen bebés menores de 6 meses.
• Niños y adultos que tienen entre 2 y 64 años con enfermedades crónicas (respiratorias, cardíacas, renales, diabetes, obesidad mórbida), con receta médica.
• Mayores de 65 años.
Toda persona que no pertenezca a estos grupos de riesgo y quiera prevenir la gripe puede recibir la vacuna trivalente.
¿Qué otras medidas de prevención debemos tomar?
Para protegerse de todas las enfermedades respiratorias es importante:
• Lavarse las manos con agua y jabón, o con alcohol en gel.
• Limpiar las superficies (incluidos los teléfonos, computadoras y televisores) con lavandina disuelta en agua, o en cualquier otra forma de presentación.
• Al toser o estornudar, cubrir la boca y la nariz con un pañuelo descartable o con el ángulo interno del codo.
• Tirar los pañuelos descartables a la basura inmediatamente después de usarlos.
• No compartir cubiertos ni vasos.
• Ventilar los ambientes y dejar entrar el sol en las casas y los ambientes cerrados.
• Enseñar estas medidas de higiene a los niños.