En un estudio dirigido por investigadores de la University College de Londres (UCL), en Reino Unido, se descubrió que alrededor de 3 de cada 100 parejas (el 3,18%) sufren ambos una depresión posparto tardía, que puede ocurrir entre tres y doce meses después del nacimiento del bebé. También puede pasar que la depresión ocurra antes del nacimiento, y esto se conoce como depresión prenatal. Aproximadamente en 2 de cada 100 parejas ambos progenitores sufren de depresión prenatal o depresión postnatal temprana, es decir hasta las 12 semanas después del nacimiento.
El estudio analizó los datos de 29.286 parejas que tuvieron embarazos de bajo riesgo, entre el 1 de enero de 1990 y el 8 de junio de 2021. Los resultados mostraron que las mujeres que experimentaron factores psicosociales en su vida, como por ejemplo, factores de estrés en la vida temprana o violencia doméstica, tenían más riesgo de desarrollar un trastorno del estado de ánimo perinatal.
Los trastornos de estado de ánimo perinatal también pueden afectar a los hombres. Un nivel bajo de educación, desempleo, y angustia conyugal son algunos de los factores que se demostraron que pueden influir en el desarrollo de dicho trastorno.
Otros estudios muestran que los trastornos del estado de ánimo aumentan la posibilidad de desarrollar un trastorno mental en un futuro. A pesar del riesgo, se comprobó que hasta el 40% de las nuevas madres no se someten a un control postnatal entre 6 y 8 semanas después del parto. Y es peor en el caso de los hombres ya que no existe un control postnatal.
Es por eso que los investigadores consideran necesario reevaluar el modelo actual de atención postnatal. Creen que debería enfocarse en los determinantes sociales y las relaciones entre los futuros padres para identificar a las parejas de riesgo.
La autora principal del estudio, la Dra. Kara Smythe, del Instituto de Epidemiología y Salud de la UCL, sostiene que “Los trastornos del estado de ánimo de uno de los progenitores pueden repercutir en el otro, y hay pruebas de que la depresión paterna provoca un aumento de los síntomas de depresión en las madres durante el embarazo y en los primeros seis meses del posparto”
Además, la Dra. Smythe señala que “Los trastornos perinatales del estado de ánimo de los padres se asocian a resultados adversos del embarazo, a una alteración del vínculo con el recién nacido y a problemas de comportamiento en sus hijos. La coexistencia de trastornos del estado de ánimo en ambos progenitores puede amplificar estos resultados negativos”
Los estudios demuestran que la tasa de ansiedad paterna se triplica cuando la madre está deprimida. También se ha comprobado que los trastornos perinatales del estado de ánimo se desarrollan a lo largo del embarazo y los meses posteriores al parto. Las mujeres tienen tres veces más probabilidades, y los hombres nueve veces más, de desarrollar una depresión postnatal si han sufrido una depresión en los meses anteriores al nacimiento del niño.
La Dra. Smythe concluye que “la depresión perinatal puede seguir un curso prolongado; la mayoría de los hombres y mujeres que tienen síntomas depresivos a las 4 y 8 semanas después del parto siguen teniendo síntomas a los 6 meses después del parto, y algunos desarrollan síntomas en el período postnatal posterior”